Jueves 3ª de cuaresma "El que no está conmigo está contra mí" (Lc 11,14-23)

 

 

La realidad sufriente de tantos hermanos nuestros, es algo que no nos puede dejar indiferentes. Es cierto que, el mal, parece nunca acabar y seguir prolongándose a una con el tiempo y el espacio donde vivimos. Jesús, llevó a sus entrañas, aquella sensibilidad que por la que hacía suyos los problemas y las aflicciones de los hombres.

 

INTERPELACIÓN PARA ESTE DÍA

¿Somos insensibles a los sufrimientos de los demás? ¿Solemos practicar aquello de “ojos que no ven corazón que no siente”? La cuaresma, es el camino que nos marca una cruz solidaria con los hombres: Cristo asume toda la realidad sufriente del mundo.

 

 

 

 

 

Javier Leoz

 

 

En la Vía Dolorosa nos encontramos a María. Ella, supo estar en las horas de gloria de su hijo y, ahora también, nos acompaña a nosotros para que no nos perdamos el fruto de la Pascua. Con María, la cuaresma, es una invitación a rebuscar dentro de nosotros mismos la sencillez para acoger a Dios, la humildad para sentirnos pecadores, la transparencia para que nos preparemos sin tapujos al Misterio de los próximos días que se acercan.

 

Poner a Dios en el corazón y en el centro de nuestra fe no significa pasar de largo de aquellas personas que, por obediencia, fueron fieles hasta el final. María, qué duda cabe, es el reflejo más nítido de la fidelidad a Dios.

 

INTERPELACIÓN PARA HOY

¿Invocamos a María todos días? ¿La vemos como un instrumento de Dios o como algo excesivamente dulcificado y sin trascendencia para nuestra fe?

 

 

 

 

Miércoles 4ª de cuaresma "Quien escucha la palabra del Hijo y cree en el Padre" (Jn 5,15-30)

 

Llega la Semana Santa y, con ella, una serie de manifestaciones externas sobre distintos momentos de la Pasión de Jesús. Las procesiones, antes que nada, deben ser expresión viva de lo que, internamente, se vive. Malo será que, entre otras cosas, nos hayamos quedado con el envoltorio y el contenido haya quedado perdido por el camino de la secularización.

De nada serviría que pusiéramos peso sobre nuestros hombros y desconociésemos por completo la vida de aquello que paseamos por las calles y plazas de nuestros pueblos y ciudades. Entre otras cosas se cumpliría aquello de “me honráis con los labios, pero vuestro corazón está lejos de mí”

 

INTERPELACIÓN PARA EL DÍA

¿Salimos de la comodidad de nuestras parroquias para invitar a los alejados? ¿No nos conformamos con los que tenemos, con lo que somos sin arriesgarnos a dar testimonio y razón de nuestra fe? ¿A qué se debe?

La cuaresma, es una invitación a mirar de frente a la cruz, para saber que contemplarla conlleva pruebas.

 

 

 

 

 

Javier Leoz

Miércoles 4ª de cuaresma "Quien escucha la palabra del Hijo y cree en el Padre" (Jn 5,15-30)

 

Llega la Semana Santa y, con ella, una serie de manifestaciones externas sobre distintos momentos de la Pasión de Jesús. Las procesiones, antes que nada, deben ser expresión viva de lo que, internamente, se vive. Malo será que, entre otras cosas, nos hayamos quedado con el envoltorio y el contenido haya quedado perdido por el camino de la secularización.

De nada serviría que pusiéramos peso sobre nuestros hombros y desconociésemos por completo la vida de aquello que paseamos por las calles y plazas de nuestros pueblos y ciudades. Entre otras cosas se cumpliría aquello de “me honráis con los labios, pero vuestro corazón está lejos de mí”

 

INTERPELACIÓN PARA EL DÍA

¿Salimos de la comodidad de nuestras parroquias para invitar a los alejados? ¿No nos conformamos con los que tenemos, con lo que somos sin arriesgarnos a dar testimonio y razón de nuestra fe? ¿A qué se debe?

La cuaresma, es una invitación a mirar de frente a la cruz, para saber que contemplarla conlleva pruebas.

 

 

 

 

 

Javier Leoz

Jueves 4ª de cuaresma "Hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza" (Jn 5,31-47)

 

 

Todo lo que pidáis al Padre, en mi nombre, os lo concederá”(Jn 16,24). En nuestros trabajos y proyectos sentimos cómo, en frecuentes ocasiones, la debilidad llama a nuestra puerta. Que dejamos por el camino un reguero de lágrimas, de sufrimiento de trabajos a medio realizar.

La sociedad de hoy nos quiere convencer de  que somos como dioses. Que nos bastamos por nosotros mismos para hacer frente a toda realidad y conquista. Luego, el día a día, nos hace besar el crudo asfalto: no somos tan fuertes como pensábamos.

 

INTERPELACIÓN PARA HOY

¿Somos orantes o “hacemos” oración? ¿Buscamos en la oración un momento privilegiado para estar con el Señor a solas? ¿Es, nuestra oración algo añorado cuando –por distintas circunstancias- nos es imposible realizarla?

Que la Cuaresma sea una escuela de oración. Un incentivar esa relación irrenunciable e imprescindible entre los cristianos y Dios Padre.

 

 

 

 

 

Javier Leoz

Viernes 4ª de cuaresma: ¿de qué podemos alejarnos hoy? "Intentan agarrar a Jesús, el Justo, para matarlo" (Jn 7,1ss)

 

La fe, nos lo recuerda una y otra vez los evangelios, mueve montañas. La Cuaresma nos empuja al desierto. A vencernos a nosotros mismos. A ejercitar, sin ruido alguno, las obras de misericordia. A interiorizar un poco más lo que decimos creer. ¿A quién se lo debemos? A Dios. Somos desagradecidos. Pensamos que, la fe, es cuestión personal de cada uno. Que Dios no interviene para nada. ¡Bastante hemos hecho con bautizarnos! (Como si hiciésemos poco menos que un favor a Dios).

Hoy, subiendo hacia el calvario, Jesús nos pregunta sobre nuestra fidelidad a El. ¿Cómo lo llevamos? ¿Estamos convencidos de que –aquello que somos y hacemos- es porque Dios lo ha marcado en el horizonte de nuestra vida?

 

INTERPELACIÓN PARA ESTE DÍA

¿Por qué tantos temores en nuestra vida espiritual y eclesial? ¿Por qué no nos lanzamos con más intrepidez en la propuesta del Reino de Dios?¿No será, en el fondo, que no vemos a Dios en el principio y fin de lo que decimos hacer por El?

 

 

 

 

Javier Leoz

Sábado 4ª de cuaresma "El pueblo se pregunta quién es Jesús" (Jn 7,40-53)

 

 

 

No hace muchos días que, el 14 de febrero, celebrábamos el “´día de los enamorados”. Cuando se ama, no un día, ¡mil años son pocos para decir “te quiero”! La Cuaresma, con el rezo del Santo Rosario, nos invita a decir una y otra vez “te quiero, Jesús” “te quiero, María” con algo tan sencillo como el Ave María o con la oración que el Maestro nos enseñó.

Dicen que el Santo Rosario está en crisis. ¿No estará más bien en crisis nuestro amor al Señor?¿No será que somos incapaces de estar quince minutos diciendo “te quiero” contemplando los gozos, los dolores, las luces o los triunfos de Jesús y de María?

El Rosario, en la Cuaresma, nos pone en sintonía con los Misterios que vamos a celebrar en la Semana Santa. Esponja nuestro corazón. Nos aparta, aunque sea mecánicamente, de ese mundo convulsivo y complicado que nos estresa y no nos deja vivir en calma.

Que, el Rosario, como en la vida de tantos cristianos, produzca por su rezo y meditación, frutos de verdad y de serenidad, de fe y de esperanza en nuestra vida cristiana que va  a ser renovada –una vez más- con la Pascua de Cristo.

 

INTERPELACIÓN PARA ESTE DÍA

¿Cuánto hace que no rezo el rosario? ¿Sé rezarlo? ¿Hago un esfuerzo por llegar un momento antes a la Eucaristía y unirme a este rezo mariano?

 

 

 

 

 

Javier Leoz

Domingo 5º de cuaresma "Yo soy la resurrección y la vida" (Jn 11,1-45)

 

 

 

Vamos ascendiendo hacia la Pascua. Jesús, con la cruz sobre sus hombros, nos invita a ser fuertes. Cuando se tienen las cosas claras. Cuando se tiene a Dios por amigo, con Cristo, podemos ganarlo todo. Si el maligno se mete por medio y no pedimos fuerza de lo alto, sin Cristo, podemos perderlo también todo.

Mientras en algunos lugares de Occidente, algunos cristianos (no sé con qué excusas o falso progresismo) dicen que hay que ser respetuosos y quitar las cruces de las escuelas, montes y edificios, San Francisco Javier, nos enseña que es el mayor exponente del amor que Dios nos tiene. El gran símbolo del amor y del sacrificio. De la obediencia y de la entrega, es precisamente la cruz de Jesús.

 

INTERPELACIÓN PARA ESTE DÍA

¿Somos conscientes de la simbología que encierra la cruz cristiana? ¿Sirve de algo que sean de oro y de plata, si luego no la llevamos con nuestro testimonio o con nuestra propia vida?

 

 

 

 

 

Javier Leoz

Lunes 5ª de cuaresma "Yo soy la luz del mundo" (Jn 8,12-20)

 

 

Cuando se quiere vivir, radicalmente, la fe cristiana, ello comporta ciertos riesgos. Cuando se propone con convencimiento y desde la propia vida, puede acarrear persecuciones. Esto, desde los inicios mismos del cristianismo, no es nuevo. La sangre de los apóstoles y mártires lo atestiguan.

El seguimiento a Jesús no es algo tan dulce ni blando como el merengue. No es excusa para llenar los escaparates de “huevos de Pascua” con motivo de la Semana Santa. Ni, tan siquiera, para que –repentinamente- afloren pasos procesionales que, tal vez, no son indicador de fe sino de una tradición popular.

La vida cristiana tiene esa doble vertiente: luz y cruz. Lo vamos a escuchar en las lecturas de estos próximos días que nos adentran en la Pascua de Cristo. Jesús, como Javier, no dejó a nadie indiferente.

 

INTERPELACIÓN PARA ESTE DÍA

¿Pasamos por el mundo dejando huella o, por miedo o cobardía, en silencio? ¿Somos entusiastas de nuestra fe y de nuestra religión?

 

 

 

 

Javier Leoz

Miércoles 5ª de cuaresma "Si os mantenéis en mi palabra, seréis discípulos míos" (Jn 8,31-42)

 

 

El mundo de la opulencia, solemos decir, que nos aburre y produce hastío en nosotros. Pero, la realidad de muchos cristianos, es que –durante la cuaresma- en poco difiere respecto al resto del año. Es bueno, hasta por razones sanitarias, el frenar un poco ese afán culinario.

Lo extraordinario, en este camino hacia la Pascua, es andar ligeros de equipaje. Sentir sensaciones nuevas como la sobriedad. La vigilia o el ayuno, en sí mismos, puede que no tengan valor absoluto. Pero, a través de ellos, conseguimos senbilizarnos ante los días que se acercan; entrar en comunión con ese Jesús que, en el desierto, ayunó durante 40 días; salir victoriosos, como Jesús lo hizo, de ese maligno que nos tienta y nos dice que hemos de abandonar el camino de Dios para echarnos sin pensarlo dos veces por el atajo de la simple apariencia, egoísmo o materialidad de las cosas.

Cada viernes, cuando evitamos la carne, se constituye en un bello símbolo: nos acordamos de Jesús. Nuestras casas huelen a Jesús. La dieta cuaresmal, de pescado sencillo, nos habla y nos educa en el camino  hacia la Pascua.

 

INTERPELACIÓN PARA HOY

Si quitamos, estos signos de penitencia, ¿no estaremos –en el fondo- suprimiendo un ambiente cristiano en nuestras familias? ¿Que no es lo importante? ¿Y qué es lo importante? ¿No será en el fondo que, por la debilidad de nuestra fe, quitamos fuerza a ciertos símbolos o gestos?

 

 

 

 

 Javier Leoz

 

 

Con motivo del Domingo de Ramos, aclamaremos por calles y plazas, al que es la razón y el centro de la Pascua: JESUS

Es, en estos días, cuando la iglesia se siente renovada por el paso del Señor. ¡Nos deja tanto! ¡Tantos gestos! ¡Tantas palabras! ¡Tantas enseñanzas!

 

INTERPELACIÓN PARA HOY

¿Seremos capaces de ser sensibles al fondo y al misterio que vamos a celebrar? ¿Lo haremos conscientes de que pertenecemos a la comunidad de los seguidores de Jesús?

 

 

 

 

Javier Leoz

¿Quién podrá separarnos del amor de Jesucristo?
Nada ni nadie. Ni los problemas, ni los sufrimientos, ni las dificultades.
Tampoco podrán hacerlo el hambre ni el frío, ni los peligros ni la muerte.

En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total.

Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos
del amor de Dios:
ni la vida, ni la muerte,
ni los ángeles, ni los espíritus,
ni lo presente, ni lo futuro,
ni los poderes del cielo, ni los del infierno,
ni nada de lo creado por Dios.

¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo!

 

Romanos 8:35,8:37-39 (La Biblia)