LLEGASTE
(Jn 14,23)

Reflejos del alma deslumbran mi mente,
perfilan tu imagen llenando mi vida,
imagen de amor que estaba perdida
en un mar de olvido sombrío, silente.
La niebla ocultaba tu faz reluciente
bajo el velo frío de mi fe dormida.
Hoy sigo la estela de tu amanecida
sobre un mar azul, nuevo, transparente.
Te esperé en la cima de mi pensamiento.
Te esperé en el hueco del amante abrazo.
Te esperé en la noche del mortal lamento.

Llegaste en la luz, el agua y el viento.
Llegaste a anudar el antiguo lazo.
Llegaste. ¡Qué hermoso es tu advenimiento!.

Emma-Margarita R. A.-Valdés
