Quince minutos con el Ángel CustodioTiempos difíciles.
Querido Ángel Custodio mío, estamos en tiempos difíciles y cada vez se pondrán más difíciles porque el demonio está desatado y, como sabe que le queda poco tiempo para perder a los hombres, se ha enfurecido y causa accidentes, desgracias y todo tipo de maldad.
Es por eso que hoy quiero pedirte especialmente tu protección sobre mí, ya que el demonio odia a todos los hombres, pero especialmente a los que son cristianos y viven en gracia de Dios, ya que de los demás no le importa mucho, pues ya los tiene con él.
Yo, por bondad de Dios, estoy en su gracia, y por eso quiero pedirte que me ayudes a conservar la gracia santificante en mi alma, para que el demonio no me la arrebate con el pecado.
Querido Ángel, me pongo en tus manos para que tú me dirijas y gobiernes en esta batalla en que está en juego mi vida temporal y eterna, porque sé que yo solo no puedo enfrentar al Maligno, que es más fuerte que yo por naturaleza; pero contigo no tengo miedo y confío en que me llevarás por el camino del bien y del heroísmo.
Bendito Ángel de la Guarda mío, no me abandones y lucha conmigo en esta batalla. ¡Juntos en el tiempo y en la eternidad!