LA SABIDURÍA DEL SILENCIO
Hay algunas cosas demasiado bellas para poder describirlas en
palabras. Hace falta comunicarlas con meditación y silencio para poder
apreciarlas a plenitud.
Se necesitan pocas palabras para expresar lo esencial. Los grandes
discursos solo sirven para confundir y adoctrinar. El silencio es a veces
más revelador que un río de palabras. Mira a una madre con su hijo cargado,
el bebé sabrá obtener todo lo que de ella quiere, sin necesidad de decir
nada.
De hecho, las palabras deben ser como una envoltura de los
pensamientos. No son necesarios discursos muy largos para expresar lo que
siente el corazón. Una mirada puede decir más de mil palabras.
La naturaleza es sabia y nos ha dado una sola lengua y dos oídos,
para oír más y hablar menos. Si lo que vas a decir puede herir…olvídalo…
¡Mejor Calla! si lo que va a salir de tu boca es para maldecir…olvídalo…
¡Mejor calla! Si lo que estás por decir son rumores sin fundamento…Olvídalo… ¡Mejor calla!
Calumnias, mentiras, chismes…Si eso es lo que te mueve a hablar…
¡Ten cuidado! Recuerda que como juzgas serás juzgado, y como tratas serás tratado. Piensa…·En algún momento tú puedes ser el blanco de esas patrañas y entonces sabrás lo que es quemarse con el veneno que sale de una boca maliciosa.
Cuando hables, habla cosas que bendigan, no que maldigan… Si no es
así, olvídalo… ¡Mejor Calla! Si se ríen de ti por ser diferente, ríete tú de
los demás por ser iguales…Si lo que vas a decir no es mejor que quedarte
callado, entonces ¿para que decirlo? Cuanto más grande y generoso el
corazón, menos son las palabras que se necesitan para expresarse.
Hace falta recordar estas sabias y filosóficas palabras: las
palabras verdaderas (la verdad) no siempre son bellas, pero las palabras
bellas no siempre son verdad. Es propio de las mentes grandes hacer entender
muchas cosas con pocas palabras. Los espíritus pequeños, por el contrario,
tienen el don de hablar mucho y no decir nada. El que sabe oír sabrá usar lo que oyó.
Para decir te amo sólo hacen falta dos palabras…Todas las demás son
superfluas… “Si” y “No” son las palabras mas cortas y fáciles de decir, pero son las que acarrean las consecuencias mas trascendentales. Para que el ser humano aprenda a hablar sólo hacen falta 2 años. Para que aprenda a callar... toda la vida. Ser comedido al hablar, en vez de ser un defecto, es prueba de gran sabiduría. El que mucho habla en vez de esclarecer las cosas, las confunde. El que mucho habla, mucho se puede equivocar.