“APETITO ESPIRITUAL”
Autor: Adhemar Cuellar
En más de una ocasión me preguntaron: ¿quieres ir a la iglesia? Y mi respuesta fue un rotundo ¡NO!. En varias oportunidades mis ojos se tropezaron con un libro de incalculable valor:”La biblia” el libro que tiene alimento para el alma, se lleno de polvo porque nunca me decidí leerla. Preferí mirar televisión, ver mis películas favoritas a mirar la palabra de Dios, me decidí muchos años por escuchar música secular y nunca tuve intención de escuchar alabanzas y música cristiana. En fin muchas veces en mi vida no he tenido deseos e intenciones de buscar a Dios.
Te ha pasado a ti alguna vez lo mismo, si es así ya somos dos. Sabes porque no tenemos deseos de buscar a Dios, Sabes cuales son los motivos que te impiden tener hambre espiritual, Que tipo de factores influyen para que tu no tengas “apetito espiritual”
Un dia preguntaron a un famoso humorista: ¿Qué habría que hacer con los millones de personas que hay en el mundo que no comen?.
Como era de suponer este respondió con el humor que lo caracterizaba y del cual podemos aprender para tener “APETITO ESPIRITUAL”. El dijo: Habría que investigar de inmediato cuales son las causas de esa falta de apetito…
Si no tenemos hambre y deseos de buscar a Dios, pongámonos en este momento en la tarea de ver cuáles son las causas que nos alejan del deseo por obtener alimento eterno, Es tiempo de investigar los motivos que lo llevaron a alejarse de Dios. Muchas de las causas de falta de apetito espiritual la tienen los acontecimientos negativos en nuestra vida como ser:
La infidelidad o traición del esposo (a), esto nos lleva a encerrarnos en el cuarto de la soledad espiritual.
Las enfermedades físicas, el estar postrados en la cama, nos lleva a preguntarnos ¿Por qué? Y en lugar de buscar y pedir misericordia, estamos renegando de Dios.
Los bienes materiales en abundancia o la carencia de estos también son motivos para dejar de buscar el alimento eterno.
Pero una de las principales causas para carecer de apetito de Dios, es EL PECADO. Cada vez que fallamos a Dios, en el momento de cometer uno, dos, tres, treinta, trescientos y miles de pecados y ofensas en contra de nuestro Creador, nuestra alma y espíritu carecen del “APETITO DE DIOS”
El principal objetivo del enemigo es de hacernos caer en la tentación, por ello es que de diversas formas somos expuestos al pecado, El diablo sabe que el pecado, nos quitara el APETITO POR DIOS, sabe que el traicionar y ofender a nuestro Creador, nos quita el deseo y “APETITO ESPIRITUAL”.
Si en este momento te sientes derrotado, si crees que eres un fracaso, si estas herido por la traición, si tus pecados son muchos e inmensos, si no tienes hambre de Dios, déjame animarte y decirte que no eres el único, yo también en diversas etapas de mi vida he pasado por situaciones en que no he tenidos deseos e intenciones de buscar a Dios, sinceramente te digo no “tenia apetito de Dios” Cuando me he sentido así, lo único que hice y te recomiendo hacer es leer y poner en práctica lo que dice Hebreos 4,16 “Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que el tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad”
En este momento dobla tus rodillas, inclínate ante la cruz de Cristo, transformada en el trono de la infinita gracia y misericordia, no importa que no tengas ganas ni deseos, ¡HAZLO!, arrepiéntete si has pecado, de rodillas ante el trono de gracia y misericordia, pídele que te sane las heridas causadas por la traición, de rodillas cuéntale a Dios que no sabes el motivo de tu falta de fe, habla con Dios diciéndole que tienes muchos vacios en tu vida, y que no sabes los motivos de tu falta de “apetito espiritual”,
Como anhela la cierva estar junto al arroyo, así mi alma desea, Señor, estar contigo. Sediento estoy de Dios, del Dios de vida; ¿Cuándo iré a contemplar el rostro del Señor? (Salmo 42,2-3)
¿Quieres tener sed de Dios? ¿Quieres tener un apetito incesante por buscar y conocer a Dios? La solución está en que investigues las causas que te quitaron el apetito y la sed de Dios. Pero también nos podemos ahorrar la investigación y directamente encargar esta tarea al mejor investigador del universo, pidamos ayuda a Dios por medio de esta plegaria:
Oración: Señor en este momento me siento mal, en este momento me falta el apetito espiritual, no tengo hambre Señor, no tengo deseos de buscarte en la iglesia, no tengo deseos de leer la biblia, mis labios ya no te alaban. Estoy haciendo esta oración sin deseos, sin ganas, hago esta suplica simplemente porque en el fondo de mi alma escucho una voz que me dice: ¡Busca a Dios! ¡Búscalo! El te devolverá los deseos y las ganas de alimentarte. Por ello Señor te imploro y suplico para que tu pongas en mi vida el deseo, la pasión por buscar el alimento espiritual, Ven a mi vida Jesucristo, entra en mi vida, Señor te entrego todo mi ser, confiado en que al hacerlo tu pondrás en mi vida, el deseo de buscarte y seguirte con fervor y pasión todos los días de mi vida. ¡Gracias Señor! Por devolverme el “APETITO ESPIRITUAL”