Quince minutos con el Divino Niño JesúsTodo lo bueno.
Divino Niño Jesús, si reconozco que todo lo malo que me pasa en esta vida viene permitido por Ti, ¡cuánto más debo creer que todo lo bueno que me sucede es gracias a Ti, que me cuidas amorosamente y me regalas estas alegrías!
Tú eres la Bondad infinita y todo lo que viene de tu mano es bueno. Por eso te ruego que no permitas que el mal me haga daño, sino que pueda salir victorioso de todas las pruebas que me ponga Satanás. Si tú las permites, es por mi bien, y por eso te pido, Niño hermoso, que me consueles y me des fortaleza y alegría para superarlas con valor y mérito, porque bien sé que al Cielo hay que ganárselo con los combates en este mundo.
Divino Niño Jesús, por los méritos de tus doce años de infancia, hoy quiero pedirte la gracia de la perseverancia final, es decir, que al morir me encuentre en tu gracia, para que vaya al Cielo y evite el Infierno. Porque en el Infierno, más que las penas corporales, me dolería el no verte nunca más a ti, el no poder ser más tu amigo y el tener que odiarte para siempre. ¡Qué horror! ¡No lo permitas, Niño Divino, sino escucha mis ruegos de que me salve y vaya al Cielo para estar para siempre a tus pies!