La iniciativa popular cuenta con el apoyo de la Iglesia Católica y el nuevo comité parlamentario pro-vida. El jueves 7 de julio, la iniciativa obtuvo una primera votación favorable a la propuesta en la Cámara Baj) del Parlamento.
"Este proyecto constituye una oportunidad para rechazar definitivamente la herencia del nazismo y del comunismo con que llegó el aborto a Polonia en primera instancia", explicó Jacek Sapa de la Fundación PRO y recordó que "fueron Hitler y Stalin quienes impusieron esto a los polacos, y ya es hora de que nos separemos abiertamente de esas ideologías mortíferas".
Según recuerda la agencia AICA, "desde que los comunistas fueron derrotados en 1989, Polonia se esfuerza en restaurar su herencia cultural y religiosa católica. Como parte de este proyecto, en 1993 el país aprobó una de las leyes de aborto más restrictivas de Occidente. Desde entonces la tasa de abortos cayó drásticamente: según las cifras del Ministerio de la Salud hubo una disminución desde los 82.000 abortos de 1989 a los cerca de 500 en 2008".
Según la legislación actual, sólo se puede practicar un aborto cuando se diagnostica al niño una deficiencia o enfermedad grave, cuando la madre tiene un problema de salud grave o cuando el embarazo se produjo como resultado de "un acto ilícito".
"Sin embargo los médicos abusan a menudo de la ley y de los supuestos despenalizados. Y aunque se supone que los abortos solamente pueden practicarse hasta llegar al punto de viabilidad, cerca de las 24 semanas, en la práctica los médicos dan fechas inexactas", agrega.