Quince minutos con el Divino Niño Jesús
Decir la verdad.
Divino Niño Jesús, tú que dijiste la verdad desde la más tierna infancia, sin importarte lo que dijeran o hicieran los demás, ayúdame a mí también a decir siempre la verdad, cueste lo que cueste. Porque la mentira viene de Satanás, y quien miente se hace esclavo suyo.
Tú, Niño Divino, hablaste abiertamente ante los doctores de la ley en el Templo, y todos quedaban admirados de tu sabiduría. Por eso te ruego que me des la misma valentía tuya para decir la verdad en todos los ambientes, aunque a veces quede como anticuado y retrógrado, porque lo importante es que te agrade a ti y no que agrade al mundo.
Divino Niño, quiero ser tu amigo, y sé que para serlo debo ser pequeño como tú y sencillo como tú, porque así me abrirás tu Corazón y me darás tu amistad, que vale más que todos los mundos creados, ya que la amistad de Dios es la mayor gracia que un hombre puede tener en la tierra y en el Cielo.
Bendito Niño, dame la gracia de ser siempre sincero, y preferir morir antes que ofenderte con una mentira.