Yo Soy el Ángel de la Veneración.
Bendice a Nuestro Padre con amor, con fervor y con devoción. Tu cabeza se inclina al pronunciar Su nombre. Yo Soy el Ángel que activa la esencia de entrega, de arrobamiento y de éxtasis celestial. Hoy desciendo a tu mundo para impregnar tu vida con mi resplandor. Ven a mis brazos, que te aguardan con ternura. Ven y apóyate en mí. Cierra los ojos y aspira mi fulgor.
Deja ahora que se encienda el fuego que mora en tu corazón… con solemne actitud y veneración. Reserva a diario un momento para la reflexión, para la entrega a Dios… Sólo entra en ti y deja que Él te llene de amor. Luego agradécele las cosas bellas que hay en tu vida y en toda la Creación.
Bendícelo diariamente; yo permaneceré a tu lado llenándote de mi luz. Ahora, no te separes de mí… quiero participar de tu día, que es de felicidad, de alegría total… Abre los ojos y sonríe… hay una corte divina esperando tu atención.
|