LOS ANGELES CUSTODIOS
Cada persona tiene un Ángel Custodio,
o de la Guarda, desde que nace,
sea o no creyente. Ese ángel se dedica por
completo al hombre que tiene a su cargo:
Lo protege del mal (tentaciones). Lo acompaña en la vida diaria. Lo sirve, si el hombre a su cargo cree en él y se lo pide. Lo guía a través de "divinas inspiraciones" y de la conciencia. Lo consuela en sus penas.
Y todo esto... sin interrupción. Su naturaleza espiritual implica muchos poderes y supone
mucha perfección en comparación con nosotros, pero:
no conocen los secretos de Dios (Juicio Final, etc.). no pueden saber qué pensamos (sólo Dios puede),
a no ser que se lo permitamos. no conocen el futuro.
Eso sí, como son tan inteligentes y poderosos, viéndonos y
oyéndonos pueden hacerse una idea bastante acertada
de lo que tramamos y de lo que nos espera.
Deducen cosas igual que nosotros,
pero en un nivel mucho más elevado.
Hay que imaginarse que el Ángel de la Guarda es nuestro
mejor amigo... Quizás esto es imposible
de pensar para alguien que por ignorancia
o incredulidad se olvidó que él existe, sin embargo,
esa relación de amistad tan cotidiana y normal
que tenemos con nuestros amigos, ese mismo
cariño y compromiso lo siente nuestro ángel por nosotros.
Cada vez que nos sentimos solos y desgraciados,
nos olvidamos de que ahi al lado está nuestro
angel sufriendo por nuestro dolor.
Ellos son incondicionales y fieles, y esperan
constantemente que les pidamos
ayuda, que contemos con ellos, que sintamos su compañía.
Qué triste es cuando alguien a quien queremos y nos
dedicamos, nos desprecia o no nos toma en cuenta.
Para nuestro ángel es lo mismo: que no nos
interesemos en él, que no lo conozcamos,
que no creamos en su fiel disposición es algo
que lo apena mucho... y quizás cuánto tiempo ha sido así.
Muchas veces decimos: "¡Qué suerte!", por algo
que nos pasa... tal vez cuántas veces nos ha ayudado
sin que nos demos cuenta (y sin que le demos las gracias).
Hay que tratarlo, entonces, como a un mejor
amigo, pero también debemos venerarlo porque
siempre está con nosotros y al mismo tiempo
está viendo a Dios. Jesús dijo: "Tengan cuidado
de despreciar a alguno de estos pequeños, pues les
digo que sus ángeles en el Cielo, contemplan
sin cesar la cara de mi Padre que está en los Cielos", (Mateo 18, 10).
Aunque los Ángeles Custodios son los más
"chicos" de la Jerarquía Angelical, tienen mucho
poder y sabiduría, y dentro de sus capacidades
está la de tomar forma física (persona, animal,
viento, etc.) si es necesario para ayudarnos.
Pero aunque tenga toda la disposición para
hacerlo, no nos puede ayudar 100% si no se lo
pedimos o si se lo pedimos sin FE (sin creer).
O sea, si no creemos es como tenerlos atados
de manos y no pueden realizarse en su vida
de acompañarnos y guiarnos... el sentido de su vida.
Nuestro Ángel de la Guarda nos acompaña desde
que nacemos hasta que morimos. Si nos vamos
al Cielo, si nos salvamos, nuestro ángel nos
acompañará por toda la eternidad, gozando
la Felicidad Eterna junto a nosotros... ¡más fiel imposible!.
Los ángeles de personas que se condenan son
agregados por el Señor a los "Servidores Especiales
de la Reina de los Cielos", donde se
dedican a cantar y alabar la justicia infinita de Dios.
En ambos casos, salvación o perdición, nuestros
ángeles tienen la misión de atestiguar ante
Dios nuestros actos, cuando llegue el momento
de ser juzgados. Por lo tanto, depende de cada
persona que sea una tarea fácil o difícil, porque
si nos condenamos nuestro ángel aparte
de atestiguar con mucha pena en
contra nuestra, se separará eternamente de nosotros.
"Angeles, amigos del alma", Víctor Sueiro
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