La vida nos cambia totalmente cuando tenemos a nuestros hijos, por mucho tiempo todo lo que hicimos antes y lo que queríamos hacer, se queda en suspenso, sin darnos cuenta no tenemos tiempo para nada, debemos cuidar de nuestros hijos, la escuela, la ropa, la comida, le educación, nuestra vida está totalmente ocupada, el padre cuando está, cuida de traer el sustento para la prole, la madre cuida y educa y así sin casi darse cuenta, los niños que una vez la mantuvieron ocupada con sus travesuras, ahora la mantienen ocupada con cosas mas serias, el hijo con la novia, la hija en el trabajo, el otro con sus amigos, los pajaritos ahora emplumados, empiezan a dejar el nido.
La casa antes llena de carreras, risas, juguetes y pequeñas travesuras, queda reducida a cuatro paredes que hacen eco y nos devuelven con silencio esos años que se escurrieron como agua entre los dedos. Ahora hay más tiempo para tener aquellas largas conversaciones con el esposo, es ahora que descubrimos que existe algo que se llama “síndrome del nido vacío” y así, como una vez empezamos en una casa vacía, ahora empezamos de nuevo en esa casa vacía y los extrañamos, no podemos evitar el preocuparnos, pero debemos aceptar que ellos han desarrollado su propia personalidad, algo que debemos respetar, recordar que al igual que nuestros hijos ahora, nosotros también hicimos lo mismo, también nosotras dejamos el nido para empezar el nuestro.
Ahora podemos por fin despertar nuestros sueños, echarlos a andar y luchar por hacerlos realidad, ahora es tiempo para emplear ese tiempo que ahora tenemos en las manos, empecemos a pensar en nosotras, ¿Qué tal esas vacaciones que siempre quisimos tener?
¿Y qué acerca de metas y proyectos? Nunca es tarde para aprender algo nuevo, nunca es tarde para empezar algo que antes no pudimos, esperemos la visita de nuestros hijos y nietos y hagamos una fiesta de vida cuando los veamos, la tarea que antes fue nuestra, ahora es de ellos, ahora les toca a ellos transferir lo que una vez les enseñamos, ahora es tiempo para ellos, para poner en práctica sus principios y el amor que recibieron de nosotras.
Retomemos nuestra vida, retomemos el tiempo que les dedicamos a nuestros hijos, porque ahora es nuestro y con amor, admitamos que ya nuestro tiempo pasó, dejemos a nuestros hijos que vuelen alto, como también un día nosotras emprendimos el vuelo.
¿Estás preparada para dejar volar a tus hijos?
¿Cómo enfrentarás el síndrome del nido vacío?
animo seguir adelante y aprovechar el tiempo en nosotros mismos leer, hacer ejercicio darnos nuestro tiempo y espacio
(PERO SI SE SIENTE vACIA Y FRIA LA CASA)