Señor, si hoy mi vida esta marchita y agotada por los incesantes rayos quemantes de las preocupaciones, si hoy mi alma a perdido su verdor, hoy entonces quiero estar bajo la influencia dulcificadora de tu amor, para que las gotas de tu lluvia refrescante revitalicen mi corazón, y aclaren la vista de mi espíritu.
Cuando tu fresca lluvia me toca, la vida tuya me envuelve y entonces refresca, trae bondad a mi alma, hoy quiero disfrutar de la lluvia hermosa de tu amor, hoy me refrescaré en la oración y beberé el agua cristalina de tu palabra que llega como lluvia temprana a mi existencia.