TANTO GENTIL
Tanto es gentil el porte de mi amada, tanto digna de amor cuando saluda, que toda lengua permanece muda y a todos avasalla su mirada.
Rauda se aleja oyéndose ensalzada -humildad que la viste y que la escuda-, y es a la tierra cual celeste ayuda en humano prodigio transformada.
Tanto embeleso el contemplarla inspira, que al corazón embriaga de ternura: lo siente y lo comprende quien la mira.
Y en sus labios, cual signo de ventura, vagar parece un rizo de dulzura que el alma va diciéndole: ¡Suspira!
Versión de:
Carlos López Narváez
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