Las cosas que te rodean pueden ejercer una poderosa influencia sobre ti.
Y tú puedes aprovechar esa influencia en tu beneficio.
Rodéate de influencias positivas.
Déjales que sirvan de sutil y constante recordatorio de que vayas a ser el mejor que puedas llegar a ser. Acomoda tu entorno de manera tal que anime y promueva concentración y creatividad.
Decide dedicar tu tiempo a estar rodeado de cosas que te estimulen.
Rodéate de personas que refuercen los valores y metas que tú consideres como las más significativas.
Dedica tiempo a estar con personas que te desafíen a ser el mejor tú que podrías ser.
Busca vivir situaciones que te permitan conectar con, y llevar a cabo, tus propósitos más profundamente atesorados.
Aprende qué partes de tu entorno te inspiran más fuertemente y descubre la manera de estar más tiempo con ellas. Aunque progresar a pesar de ciertos entornos es ciertamente posible, la vida se desarrolla mucho más fluidamente cuando tus alrededores ejercen una influencia positiva.
Rodéate con lo mejor que puedas llegar a imaginar, y empezará a llegar a ti.