La Esperanza es un mañana mejor, la Esperanza es la luz que puede romper
las negras sombras cuando parece que todo está perdido.
Sin Esperanza no se puede vivir.
Cuando hay Esperanza a pesar de la desilusión y del dolor, siempre habrá otro camino
que no sea el de la desesperación y el total aniquilamiento del verdadero yo.
Es cierto que hay situaciones en la vida que son como la más oscura de las noches,
noches en que las horas parecen no pasar... pero cuando hay fe, cuando sabemos que tenemos
un Dios que sabe de nuestro sufrimiento, cuando nos sabemos amados por El, a pesar de que nuestro
sentimiento de soledad sea inmenso, si nos dejamos arropar y abandonar en sus brazos
y en los de nuestra Madre María Santísima, la Esperanza, de saber que
Dios nos ama, llegará con su luz que sabe consolar.
Quien se siente amado no puede caer en la desesperación y Dios nos ama.
La ESPERANZA, es una virtud que tenemos que cultivar como la flor más delicada y valiosa.
Tres son las virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad, cuyo objeto directo es Dios Sin
ellas es muy difícil caminar por la vida y no podemos olvidar que la Esperanza siempre será
la luz en nuestras noches cuando las penas y las dificultades las hagan muy oscuras