Quiero ser libre…
Bellas palabras para todo ser humano, pero depende de cómo tomemos esta expresión.
Ser libre, es no tener ataduras que impida expresarse, irse o quedarse a vivir una vida propia.
Ser libre, es hacer lo que se te antoje, siempre con amor, honestidad, con respeto y con responsabilidad.
Ser libre es una enseñanza que se va adquiriendo con el correr de los años con amabilidad y sabiduría.
Ser libre, es expresarse en toda la extensión de la palabra y sin llegar a caer en la ignorancia, en el enojo o en la vulgaridad.
Ser libre es a donde nos lleven nuestros actos bien definidos con humildad, no con arrogancia.
Ser libre es no atarse a lo que te perjudique o dañe, como vicios, irresponsabilidad, egoísmos, rencores, envidias, odios, etc.
Ser libre, es llevar la vida con amor, paz, respeto, armonía y siempre con responsabilidad.
Ser libre no es llegar al libertinaje.
Porque desgraciadamente, en estos tiempos, los jóvenes confunden la libertad con el libertinaje y se corrompen.
El libertinaje, te lleva a una vida vacía, sin valores morales ni éticos, sin educación.
El libertinaje carece de responsabilidades, de afectos, lleva a una vida baja de calidad en todos los aspectos, contiene ignorancia, y no tanto por falta de estudios, sino de valores y buenos modales, carente de fe, confianza y de autoestima.
El libertinaje hace esclavos de todos los vicios y te hace esclavo de todo lo negativo que hay en tu propia vida.
En sí, el libertinaje carece de libertad, pues no te deja ver ni valorar lo que hay a tu rededor, ni te deja reconocer que vales mucho, no te deja apreciar el cariño que te tienen los demás y no te deja gozar de los dones ni regalos que Dios Padre te da a lo largo de tu camino, sino que te hace ser alguien muy despreciable, egoísta y enfermizo.
¿Quieres ser libre…
…o quieres el libertinaje?