I Ya mucho más allá del mezzo «camin di nostra vita» existe un territorio del amor un laberinto más mental que mítico donde es posible ser lentamente dichoso sin el hilo de Ariadna delirante si espumas ni sábanas ni muslos.
Todo se cumple en un reflejo de crpúsculo tu pelo tu perfume tu saliva. Y allí del otro lado te poseo mientras tú juegas con tu amiga los juegos de la noche.
II En realidad poco me importa que tus senos se duerman en la azul simetría de otros senos. Yo los huebiera hollado con la cosquilla de mi roce y te hubieras reído justamente cuando lo necesario y esperable era que sollozaras.
III Sé muy bien lo que ganas cuando te pierdes en el goce. Porque es exactamente lo que yo habría sentido.
IV La justa errata habernos encontrado al final del día en un paseo púbico.
V Me gustaría que creyeras que esto es el irrisorio juego de las compensaciones con que consuelo esta distancia. Sigue entonces danzando en el espejo de otro cuerpo después de haber sonreído apenas para mí.