Querido Dios
te pido;
No permitas que muera la dulzura
Continua poniendo sonrisas en los rostros
abrazos en los brazos
Tiernas miradas en los ojos
muchos besos en los labios
palabras bellas en las bocas
y mucho amor en nuestros corazones.
Permite que nuestras pulsaciones
se acompasen
que nos sintonicemos en amar
y en dar siempre lo mejor
de nosotros a los otros
Amén.