España, dirección: Pobreza. ¡Rebélate!
17.10.12 | 08:29.
Este miércoles 17 de Octubre se celebran manifestaciones contra la pobreza, y contra los injustos recortes sociales del gobierno, convocadas por la Alianza contra la pobreza, una coordinadora de diversas ONG, movimientos sociales, sindicatos, etc… que trabajan día a día para erradicar la pobreza del mundo y de nuestro país; en Madrid la manifestación será en la Puerta del Sol a las 19.00 horas.
Para alguien que siga el camino contemplativo en serio, la opción por la justicia y el compromiso con los pobres no es una cuestión marginal, es la piedra de toque que nos dice si verdaderamente el “trabajo espiritual” (el camino de humanización integral) va por buen camino o no.
Desgraciadamente much@s abandonan el camino cuando se les plantea claramente que sin compromiso con la justicia no hay camino espiritual que valga. Mientras la cosa consiste en meditar, orar, trabajarse psicológicamente, ir a la naturaleza, etc… todos contentos, pero eso de ir más allá, de buscar un cambio social además de personal, ya es otro cantar. Muchos “maestros espirituales” viven de ofrecer “consuelos” que adormezcan a los desorientados, tristes y explotados ciudadanos de nuestras sociedades capitalistas; puede que eso responda a alguna necesidad legítima, pero no es el camino espiritual. El verdadero camino espiritual supone compromiso con los pobres y los oprimidos o es un mero opio al servicio de los que controlan el “statu quo”, como decía Marx.
También lo decía con claridad uno de los maestros espirituales que seguimos en Cristianía, San Bernardo de Claraval: “No hay que multiplicar las capillas, sino aumentar la caridad a favor de los pobres” (carta 525). Ejemplos de la misma idea se pueden encontrar en los maestros espirituales de todos los tiempos y de todas las tradiciones, en especial, de la tradición cristiana.
El despertar a la espiritualidad debe ser también un despertar a la realidad social en la que el buscador espiritual vive. Por eso, creo que es bueno recordar en qué país, y en qué mundo, vivimos.
España es uno de los países de la Unión Europea con mayor desigualdad social. La dictadura que vivimos durante cuarenta años no se ocupó de redistribuir la riqueza, sino que estuvo controlada por empresarios y banqueros, cuya presencia en los órganos políticos de la dictadura era muy fuerte.
Desde los años setenta la agitación obrera (somos proporcionalmente el país que más huelgas vivió en Europa en ese periodo) logró presionar a las oligarquías del franquismo para forzar la Transición a la Democracia. El trabajo de los sindicatos fue fundamental para el regreso de la democracia a España. Sin embargo, la Transición se hizo en términos muy favorables a las oligarquías, que han seguido manteniendo el control del país. Como ejemplo: a finales de 2006, 20 grandes familias controlaban el 20,14% del capital de las empresas del Ibex-35 y unas 1400 personas tenían el 80,5% del PIB español. Los mayores beneficiarios de las ayudas agrarias europeas siguen siendo las familias de la oligarquía española tradicional: Los Alba, el Duque del Infantado, los Domecq… y ¡¡¡La Compañía de Jesús!!! ¿?.
Con la llegada de la democracia mejoró, sin duda, la protección social y las estructuras de bienestar colectivo (la Dictadura no tuvo necesidad de redistribución pues gobernó al servicio del capitalismo y reprimió toda reivindicación social), si bien, seguimos siendo uno de los países con menor protección social de la U.E (p. e. el gasto social en España es del 22,7%, mientras en la UE es del 30%).
Las oligarquías internas siguen controlando la situación e impidiendo la redistribución de la riqueza: el alto empresariado español ha conseguido mantener un mercado laboral muy precario, la banca un sistema de protección y privilegios desmesurado, el fraude fiscal es elevado y muy poco perseguido (cuando no perdonado)… El Estado pierde alrededor de 90.000 millones de euros cada año por el fraude fiscal, 11 veces más que lo que ha destinado este año a la Sanidad, los Servicios Sociales, la Educación, la Cooperación y la Ley de Dependencia. En España, por ejemplo, los salarios reales no han subido en los últimos 15 años, siendo el único país de la OCDE en el que ha ocurrido esto.
Con la entrada del país en la UE, a la dominación de las oligarquías interiores, se unió la llegada de capital extranjero, que ha comprado sectores enteros de la economía española gracias a las privatizaciones, en especial, realizadas (aunque no solo) bajo el nefasto gobierno de Aznar, responsable también (entre muchas otras cosas) de la Ley del Suelo, que marcó el “nacimiento a lo grande” de la burbuja inmobiliaria. El (ilusorio) crecimiento económico de los años pasados se ha debido en gran medida a la entrada masiva de capital extranjero al que se ha vendido gran parte del país. Una alianza de intereses entre las oligarquías nacionales y europeas es la que hoy impone las políticas de recortes en el país, después de haberse enriquecido durante años de forma muy poco ética.
La situación es muy grave, la desvergüenza de políticos, banqueros y especuladores también.
En España hoy, el 27% de la población vive en situación de pobreza y exclusión social ¿Es esto admisible? ¿Es lógico que en el mundo 1300 millones vivan en pobreza extrema? ¿Nos es indiferente que casi 1000 millones de personas pasen hambre, mientras los financieros internacionales especulan con los alimentos para aumentar su precio? Y las cosas no van a mejorar solas…
Quizá no podamos hacer mucho (más de lo creemos), pero al menos sí podemos expresar nuestro rechazo a esta situación, desde Cristianía os invitamos a expresar ese rechazo en las manifestaciones que se celebrarán a lo largo de esta semana contra la pobreza, en especial, en la del miércoles 17 de Octubre, en Madrid, en la ya “mítica” Puerta del Sol. Allí os esperamos.
(José Antonio Vazquez Mosquera)