Ángel de mi guarda, dulce compañía,
no me desampares ni de noche ni de día,
ni en la hora de mi muerte.
Amén
De acuerdo con nuestro día de nacimiento, tenemos un ángel protector , el que siempre está a nuestro lado dispuesto a brindarnos su ayuda.
Los ángeles son mensajeros de Dios, por lo tanto, ellos pueden hacernos recordar nuestro origen espiritual y nuestro fin divino. Ellos pueden ayudarnos a vivamos la vida de acuerdo con lo que realmente somos: hijos de Dios. Sólo tenemos que hablar con ellos, pedírselo humildemente, con fe, esperanza y convicción.