Soy la mujer que duerme en la jaula con los leones al ponerse el sol. Carne cruda como de sus pestilentes fauces lamo sus recovecos denigrantes y sin importarles, prueban cada mes mi sangre.
Me he dejado ultrajar por conveniencia, soy mansa por una retribución, Abro mis posiciones para conseguir prodigios mayores, mejores pagas.
Todas las noches meto al sol en mi cama y caliento deshilachados cuerpos. A veces suplico ternura desde el fondo de mi alma, desde el encierro de mi jaula repleta de vacíos inconmensurables, pero ellos no escuchan.
El mundo me desprecia, yo lo ignoro. Vivo para alimentar a las bestias con mi carne, soy libre de volar si quisiera, de escapar, mas no tengo a donde ir... Pertenezco a esta jaula.