Idea equivocada de Dios.
Los hombres tenemos a veces una idea equivocada de Dios, y lo vemos como castigador y justo, sin tener en cuenta su bondad infinita.
Claro que Dios es justo, es infinita Justicia; pero en Él no hay maldad, sino que todo lo bueno procede de Él, y su Justicia es permitir al demonio actuar.
Efectivamente Dios no castiga, aunque la Biblia hable de castigos, porque Dios no puede querer el mal, pero lo permite para punición de los culpables. Es por ello que el Señor, para “castigarnos” por algún mal, deja al demonio libertad de que nos haga daño, pero siempre porque Él puede convertir y encauzar ese mal, en bienes mayores.
¿No pedimos en el Padrenuestro que nos libre del mal? Eso lo pedimos porque el mal no viene de Dios, sino de una fuente bien distinta. De Dios sólo viene el bien y la bondad.
Por eso si vemos que alguien sufre, bien podemos deducir que sufre por el Maligno, por el pecado, pero no es Dios quien le hace sufrir, aunque permite, misteriosamente, el sufrimiento, porque sabe sacar un bien mayor.
Pensemos entonces que Dios es Bueno y fuente de toda bondad y tengamos confianza en Él. Y recémosle mucho al Señor y a la Virgen para que nos defiendan de todo mal, del demonio, y jamás culpemos a Dios por el mal que padecemos o que padecen nuestros seres queridos.