|
General: LA VERDAD EN LA FERIA
Elegir otro panel de mensajes |
|
De: Delfina (Mensaje original) |
Enviado: 25/04/2013 20:47 |

LA VERDAD EN LA FERIA
Polvos de no envejecer Pregonaba en una feria Un hombre de mejor traza Que tienen por común regla Los que a explotar se dedican La credulidad ajena.
Unos por ver cómo miente, Otros por ver qué revela, Los más sin saber por qué, En gran número le cercan. El repite su pregón Diciendo que la experiencia Excepción no ha presentado Ninguna, grande o pequeña, Que la admirable eficacia De aquellos polvos desmienta.
Crece la curiosidad, Crece la bulla y la gresca, Unos empujan y ríen En tanto que otros reniegan;
En fin, otros impacientes Sacan algunas monedas Y al punto en cambio reciben De los polvos la receta.
Desdobláronla curiosos E impacientes de leerla.
Decía así: «Corporal La gallardía y la fuerza, Los atractivos y encantos De eso que llaman belleza
Gócese mientras se tiene, Mas siempre en poco se tenga, Que en breve el tiempo la arrastra Como el viento una hoja seca.
Mas la hermosura del alma El tiempo no se la lleva.
Quien aprende lo que es útil Y lo que sabe aprovecha, Quien conforme a su aptitud Cultiva el arte o la ciencia,
Quien de las malas pasiones El perverso instinto enfrena, La felicidad buscando Donde estar puede, en las buenas,
Sus atractivos hará Que estén del tiempo a la prueba, Y aquí de no envejecer El gran secreto se encierra.»
La gente que se esperaba Hallar cosas estupendas Grita del chasco corrida: «¡Pues trae noticias frescas! ¿Y por esto el gran bribón Nuestro dinero nos lleva?»
Enarbolan los garrotes, Amenázanle con piedras, El hombre ya intimidado Les devuelve las monedas Y huyendo la silba y grita Vase a la casa más cerca.
Era el amo hombre discreto De buen juicio y alma recta, Y acogiéndole benigno Le dijo de esta manera:
«¡Pero hombre de mis pecados! ¿Habéis tenido la idea De dar al pueblo razones Cuando prodigios desea Y creído que a pagarlas Iba en corriente moneda?
Dijérais que vuestros polvos Se hacían con unas yerbas Que crecen en las orillas De un río que corre en Persia,
Mezclando el asta de un ciervo Que viene de Filadelfia, El pico de un avestruz, El diente de una culebra,
Y una lava portentosa Que de Islandia se acarrea, Cogida con grave riesgo De los cráteres del Yecla.
Con estos y otros dislates Quedara muy satisfecha La gente, buscara luego El pico, el diente, las yerbas
Y el mineral, por boticas, Por droguerías y tiendas, Y vos quedarais pagado Dejándola así contenta.»
«¿Y después?. «Se iban a casa». «¿Y yo?». «Ibais a otra feria». «¿Que debe mentirse al vulgo Sacáis en consecuencia?»
«No lo digo hablando en serio Aunque tal vez lo merezca, Ya que aplaude al que le engaña Y escarnece al que le enseña.
Mas digo que la razón, Y esto propio afirma ella, Es género poco usado Que no halla en la plaza venta, Y reservarle es cordura Para alguno que le quiera.»
«¿Y vivir oscurecido Y tal vez en la miseria?» «Es posible». «¿Y presenciar De un impostor la opulencia?»
Posible también». «¿Y ver Cómo una inmoral leyenda En que el misterio del crimen Con cinismo se revela,
Una historia monstruosa De insulsas fábulas llena, Un drama que ni el pudor Ni el buen sentido respeta,
Otro que acordarnos hace Del gran cerco de Viena A sus autores procuran Honores, fama y hacienda, Mientras oscuro y hambriento Sucumbe un hombre de ciencia?
Yo creí que la excepción Esa que decís fuera Y lo juzgo todavía.» «Pues amigo, no, es la regla.»
«¿Y pensáis que tal desorden Mucho tiempo durar pueda?» «No sólo temo que dure.» «¿Pues qué teméis?» «Que crezca.
¿Por ventura se estimula Con honores ni riquezas Al que en útiles estudios Consume su vida entera?
¿Por ventura se persigue, Ni aun en la forma indirecta, Al que especula en decir Lo que ignorarse debiera,
Y del crimen al formar La escandalosa epopeya, No bastándole copiar Fecundo en maldad inventa?
¿Por ventura en este siglo Son tan vivas las creencias Que se haga el bien por el bien Sin esperar recompensa, Y se rehúse del mal La lucrativa carrera?
Mientras los hombres de estado, Los que dicen que gobiernan, De lo que es gobierno y orden No se formen otra idea;
Mientras juzgue inapreciable A todo escritor la venta Que desdeña lo que instruye Y busca lo que deleita;
Mientras triunfe la ignorancia Y trocadas las ideas La libertad de hacer mal Llamada libertad sea,
No faltará quien explote Mina de tan rica vena, Ni quien verdades se calle, Ni quien por dinero mienta, Ni quien tome la lección Que a usted le han dado en la feria.»
Poemas de: Concepción Arenal

-----------------------------------------------
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- | | | | | | | | |
| |
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 3 de 3
Siguiente
Último
|
|
De: Eithlin |
Enviado: 26/04/2013 13:22 |
|
|
|
|
|
|
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados | |
|
|