Superticiones: Las Lámparas
La lámpara tiene significado positivo puesto que ilumina las tinieblas, asociadas a los peligros, a la desgracia, a la muerte y al mundo invisible y amenazador, y también aleja a los malos espíritus. Este poder, que en principio atañía a la lámpara de petróleo o de aceite, se ha extendido a las lámparas de luz eléctrica.
En pueblos de Galicia, se cree que la noche de bodas, el que apague la luz de la habitación es el que morira primero, y en el sur se sostiene que disponer de tres luces encendidas al mismo tiempo indica una desgracia próxima. Tres lámparas encendidas en la misma habitación y sobre la misma mesa es señal inequívoca de muerte para uno de los presentes.
Todavía hoy, en algunos lugares se mantiene la superstición de que hay que dejar día y noche una lámpara encendida al lado de la cuna de un recién nacido hasta el día del bautismo.
Se deben dejar las lámparas encendidas durante la noche de Difuntos para ahuyentar a las criaturas del Más Allá.
Una lámpara que silba, que se apaga, anuncia una muerte, ya que, según la tradición, la llama simboliza la vida y es funesto que muera o se apague por sí misma.
Si una mujer desea que su marido o su hijo vuelva del extranjero, encenderá una lámpara y la dejará detrás de la puerta de entrada toda la noche. De ese modo, acelera el regreso y lo protege durante su ausencia.
En los altares suele haber lámparas de aceite, muy apreciado para curar enfermedades, sobre todo el de las situadas en el altar de las reliquias o de santos que son objetos de una devoción especial. Los papas estimularon la devoción a los santos óleos y antiguamente distribuían entre los fieles los aceites de las lámparas encendidas ante las tumbas de los apóstoles y los mártires de la Iglesia e incluso los enviaban a reyes y personajes poderosos.
Con las lámparas se practica el método de lampadomancia, según la cantidad de petróleo o aceite que quede en la lámpara, la limpieza del cristal que la recubre o el estado de la mecha, se producen una variaciones en la proyección de las sombras que se interpretan con el fin de adivinar el porvenir.