Abandónate
en sus Manos
No te inquietes por las dificultades de la vida, por sus altibajos,
por sus decepciones, por su porvenir más o menos sombrío.
Quiere
tú, lo que Dios quiere.
Ofrécele, en medio de inquietudes y
dificultades, el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo,
acepta los designios de Su Providencia.
Poco importa que te consideres un fracasado(a), si Dios te considera "plenamente
realizado(a)" a Su gusto.
Piérdete confiado ciegamente en ese Dios
que te quiere para Sí y que llegará a ti, aunque no lo veas.
Piensa
que estás en Sus manos, tanto más fuertemente cogido(a), cuánto más
decaído(a) y triste te sientas.
Vive feliz, vive en paz, que nada te altere, que nada sea capaz de
quitarte tu paz, hazla que brote y conserva siempre en tu rostro,
una dulce sonrisa, reflejo de la que
el Señor continuamente te dirige. Y en el fondo de tu alma
coloca, antes que nada, todo aquello que te llene de la paz de
Dios.
*** desconozco su autor ***
Continúa la marcha pero no pierdas la paz, no pierdas la calma, confía plenamente en ese Poder Divino que te ama y te ayuda...
Vivir es llegar donde todo comienza
Amar es ir a donde nada termina
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