No conviertas tus oídos
en un arsenal de rumores.
La intriga es una víbora
que anidará en tu alma.
No transformes tus ojos
en espejo de maledicencia.
Las imágenes que corrompas estarán
corruptas en las vibraciones de tu mente.
No hagas de tus manos lanzas
para luchar sin provecho.
Úsalas en la siembra del bien.
No menosprecies tus facultades creadoras,
empleándolas en los placeres fáciles.
Responderás por lo que hicieras de ellas.
No condenes tu imaginación
con permanentes excitaciones.
Tus creaciones inferiores
atormentaran tu mundo interno.
No conduzcas tus sentimientos
a la voluptuosidad del sufrir.
Oriéntalos a gozar el placer de servir.
No procures el camino del paraíso,
indicando a los demás
la senda que lleva al infierno.
La vía para el Cielo
será construida dentro de ti mismo.