Crisis de fe.
Todo lo que anda mal en el mundo se debe a la crisis de fe, pues al no tener fe, el hombre se vuelve peor que las bestias, y ya no tiene sentido su vida. Es así que se recurre a las drogas, para tratar de olvidar lo nauseabundo del mundo.
Es que la vida del hombre sobre la tierra es una prueba, no querida por Dios, sino por el demonio, que hace sufrir a las personas causándoles todo tipo de desgracias.
Si nadie les ha enseñado a las almas estas verdades, entonces las pruebas de la vida, el materialismo reinante y el ateísmo, llevan a las generaciones a buscar una salida a estos sufrimientos, y muchos se suicidan, otros se refugian en la droga, o buscan exasperadamente los placeres o el dinero.
Esto es lo que ha logrado Satanás al apagar la fe en muchos corazones: llevar a la humanidad entera al borde del abismo, de la locura, de la muerte.
Entonces se quiere legalizar la droga, en lugar de enseñar catecismo, en lugar de transmitir la fe, que es la única que nos puede ayudar en la vida, porque la cruz de la existencia sólo se puede aceptar por medio de la fe, que nos hace caminar detrás de las huellas de Jesús, y ver la vida y el sufrimiento desde otra óptica.
La humanidad quiere buscar la solución a sus problemas, pero se cuida muy bien de buscar en la dirección en que encontraría con seguridad la solución.
Efectivamente se mueve para todos lados, menos para el sitio de la religión, y así el demonio se burla de ella, y muy pronto le demostrará que él es el Maligno, y que ninguno se entrega a él sin pagar caras consecuencias.
Cuidemos nuestra fe y trasmitámosla, porque son muchas las almas que están atrapadas por este mundo materialista, que oculta la Verdad, y esconde a Dios, haciendo que los hombres se desesperen.