Nos falta la paz. Necesitamos la paz. Queremos que haya paz. Pero ¿ Somos constructores de paz? ¿ Hay paz en nuestros corazones?
La industria y comercio de armas demuestran mala voluntad en contra de la paz.
Es igualmente siniestro el traqueteo callejero de malas palabas de expresiones soeces, de insultos violentos y desafíos verbales con que cerramos el paso al diálogo y a... la convivencia fraterna.
¡ DECÍDETE POR LA PAZ!
Suaviza tu corazón con el amor para que tus palabras delicadas tejan la armonía comunitaria.
TU DEBES SER RESPONSABLE DE LA CALIDAD HUMANIZANTE DE TUS PALABRAS.