La postergación es un hábito que cuesta daños a nuestro organismo, ocasiona estrés y causa enfermedades como la gripe o trastornos digestivos, de acuerdo a investigaciones realizadas. Y es que muchas veces también postergamos la visita al médico o al odontólogo. Puedes sacar la cuenta cuanto te ha costado dejar de ir a un especialista en salud y comprobar por ti mismo el costo de la dilación o postergación.
Hay muchas causas por las cuales las personas postergan, me referiré a algunas. Una razón es porque esperan muy poco de la vida, han perdido sus sueños. Sus expectativas son muy bajas y buscan evitar el rechazo. Tienen miedo por la pérdida de confianza en sí mismo y como consecuencia su desempeño es mediocre. ¿Esperas muy poco de la vida? ¿Cuáles son tus expectativas de vida? ¿Cuántos años esperas vivir?
Otras personas dilatan porque no le dan importancia a la relación que tienen o a la tarea que realizan. Estas personas viven aplazando las cosas que son cruciales en la familia o en el trabajo y como consecuencia viene la infidelidad, el divorcio, el despido, la quiebra económica, entre otras. ¿Me importa mi familia? ¿Me importa mi trabajo o negocio? ¿Qué puedo hacer para cambiar mi situación y llevarla a un nuevo nivel?
Otros postergan porque se distraen con asuntos triviales que los sacan de su actividad o actividades y viven esperando que el elemento distractor se vaya para ellos poder continuar. ¿Cuáles son las tentaciones que me distraen y no me dejan ser productivo? ¿Cuál es mi responsabilidad? ¿Cuál es mi compromiso para no distraerme y cumplir con mis deberes?
No necesariamente quien posterga es perezoso, pero me encanta esta frase de Salomón que escribió: “El perezoso ambiciona, y nada consigue; el diligente ve cumplidos sus deseos.”
Si hasta ahora no has conseguido tus sueños, no has logrado tus metas, no estás obteniendo lo que deseas en la vida es porque has postergado. Hoy es un buen día para vencer a la procrastinación y comprometerte a ver cumplido tus deseos.
Hoy es tiempo de ponerte en acción.