TERMINANDO EL DÍA
Caridad.
Otro día que, por la Misericordia de Dios, estamos terminando. Y en él quizás hemos hecho todo lo que teníamos planeado, o quizás no, tal vez porque el prójimo nos ha interrumpido en nuestro trabajo o los quehaceres, e incluso ni hemos podido rezar tranquilos. Pero no desesperemos, porque la caridad es oración y si en lugar de impacientarnos y tratar mal a los hermanos que nos han importunado, les hemos mostrado una sonrisa, estamos entonces por el buen camino, el camino de la caridad, que es la Ley del Catolicismo. Si en cambio nos hemos molestado o irritado por las interrupciones y requerimientos de los demás, mostrándoles nuestro descontento, entonces todavía somos muy imperfectos, y la caridad no ha echado raíces profundas en nuestra vida cristiana.
Hay que tener siempre presente que “caridad practicada es caridad premiada”, y si no hemos podido realizar “nuestro” plan, pero hemos tratado bien a los hermanos, con caridad, Dios sabrá concedernos un premio y también la ocasión de hacer lo que quedó pendiente. Confiemos en Dios.