Olvidamos que cuando despertamos en la mañana, colocamos nuestros pies en el suelo, y abrimos nuestros ojos para ver, estamos despertando en un mundo hermoso.
Ahora puede que pensemos: “Espera un minuto. ¿Qué quieres decir con: “Es un mundo hermoso”? ¿No sabes que acabo de perder un gran contrato? ¿No sabes que me estoy divorciando de mi esposa? ¿No sabes que en mi vida están ocurriendo tantas cosas terribles que ni siquiera puedo comenzar a contarlas?”.
La respuesta es sí, de hecho, ocurren cosas dolorosas. Pero tenemos que darnos cuenta de esta simple verdad: Cada día que vivimos es un milagro, desde el momento en el que abrimos los ojos y entra aire en nuestros pulmones.
Karen Berg