TERMINANDO EL DÍA
Ocaso.
Va llegando el ocaso de otro día que el Señor nos ha concedido vivir. Y así como este día termina, también un día terminará nuestra vida en esta tierra para pasar a la eternidad. Que este pensamiento nos incentive a aprovechar el tiempo y pensar en el día de mañana, en todo lo que podemos hacer para ser mejores, para salvar almas con el apostolado, la oración y el sacrificio.
Trabajemos mientras es de día, es decir, mientras tenemos el tiempo a nuestra disposición; porque llegará el momento de la noche en nuestras vidas, y quizás la noche llegará también en el mundo, y ya no se podrá hacer nada.
Que estos pensamientos lejos de ser “negativos”, como suele decir el mundo, más bien sean meditación seria de que no somos eternos y que Dios nos ha concedido un tiempo limitado de vida y tenemos que aprovecharla sin malgastar ni siquiera un instante.