Su nacimiento para la botánica fue en 1939. Posee un porte de arbusto sarmentoso, floración muy larga, flor elegante y pétalos sútiles.
Las rosas inglesas son una síntesis romántica de las rosas antiguas y modernas. Se las debemos a David Austin, un genial hibridador que en 1961 y en la verde campiña inglesa, trabajaba en la búsqueda de un nuevo tipo de rosas a las que llamaría rosas inglesas.
Cruzando algunas antiguas con modernas, los resultados fueron espléndidos, ya que el pasado y el presente se enlazan en estas bellas flores. Las rosas inglesas unen el perfume, el encanto romántico y seductor de las rosas antiguas, a las características de la rosa moderna con una floración y refloración más generosa, a la que se une el mayor porte de mata.

La primera rosa denominada inglesa que presentó Mister David Austin, fué la Constance Spry, una trepadora no refloreciente.
Pero en los años siguientes, este infatigable hibridador consiguió eliminar está característica en todos los demás rosales obtenidos.
Los rosales ingleses fueron conquistando primero Gran Bretaña y después se difundieron con gran éxito por todos los demás países interesados en los cultivos y experimentos de hibridación con rosales.
Estas rosas, debido a su mata ordenada y a su interesante tamaño algo reducido, son adecuadas para el cultivo en pequeños jardines o en macetas para terrazas o balcones.