Los sueños son una guía para orientarse, para saber por dónde ir y para tener una motivación de vivir.
¿Imaginas tu sin que nada te motivara, sin que tuvieras ilusiones, esperanzas, ciertas visualizaciones para ti y para los tuyos? Sería una vida extraña, plana, aburrida y desganada.
Sin un norte hacia donde desear ir, no sabríamos dirigirnos, no podríamos elegir, no sabríamos si algo es agradable o desagradable. Cualquier cosa daría lo mismo. seria neutro y podríamos encontrarnos continuamente en varias encrucijadas de toma de decisiones sin saber cual tomar.
Los deseos tienen la particularidad de guiarnos y motivarnos a vivir, pero cuando un deseo se convierte en una obsesión y una orden para el universo, ese regocijo puede transformarse en una gran pesadilla.
Si bien es que es necesario tener preferencias, estas no son reglamentos que podamos imponer a la vida y que ella tuviera que otorgarnos por obligación y de inmediato sin que estemos preparados para recibir. Los deseos son los impulsos que nos muestran el camino por donde dirigirnos, pero al mismo tiempo se transforman en el maestro que nos ayuda a descubrir la fórmula secreta para llegar a ellos.
Los deseos solo te muestran lo que hay al final de la que tú tienes que transitar y descubrir por tus propios . Nadie puede transitarla por ti. Puedes tener referentes, algunas personas pueden inspirarte y servir de faro, pero nadie puede dar los pasos que tienes que dar por ti.
Al parecer, a la vida le interesa mucho que aprendas el camino, más que el resultado mismo. Ella sabe que si alguien te diera lo que buscas, no habrás aprendido nada, no te habrás dado cuenta de que puedes conseguir todo por de tu propia energía, por tu propio valor y por tus propias capacidades.
La vida tiene todo lo que necesitamos y la aventura consiste en alinearse para obtener ese flujo de bien que llega a nosotros por derecho divino. La vida no puede negarnos lo que necesitamos, pero nosotros podemos negarnos a recibir ese bien.
Cuando por un lado, rechazamos nuestros sueños y por otro lado estamos diciéndole a la vida que es injusta con nosotros, estamos haciendo un corto circuito. La maestría se alcanza cuando nos damos cuenta de esta contradicción que reina al interior de cada uno y como consecuencia, dejar de oponer resistencia a nuestro bien.
Tu sueños te dicen lo que puedes perseguir, la vida lo tiene para ti y tu ¿Qué haces con eso? ¿Lo recibes o lo rechazas?
A la vida le interesa mucho que cumplas tus sueños, pero no es por el objetivo de la meta, sino por tu aprendizaje para llegar allí. Si hace tiempo que estas persiguiendo un sueño que aun no has podido cumplir, tienes que “hacer algo” que no estás haciendo y “dejar de hacer” otra cosa que estás haciendo y que no te está funcionando.
¿Cuáles son esas cosas? Esa es la formula que tienes que descubrir. Cuando lo consigas conscientemente, sabrás como conseguir cualquier otra meta. La ruta es una sola y está diseñada por ley. Si la descubres, el camino se abre y florece para ti en cualquier aspecto de tu vida.