Los Jóvenes... Agentes De Cambio
El catalizador es un agente químico que al mezclarse con otros químicos
provoca una reacción, una transformación, un cambio. Así son los jóvenes,
son agentes de cambio.
Cada generación es marcada por la influencia de los jóvenes. Son los jóvenes los que
establecen los gustos, las modas, los estilos musicales, las frases populares, etc.
Las grandes compañías están siempre atentas a los gustos de los jóvenes para sus
campañas publicitarias. Los jóvenes son el pulso que marca el ritmo
en nuestro mundo moderno.
La influencia que los jóvenes pueden provocar sobre la sociedad no siempre es positiva.
Aún estamos sufriendo las secuelas de una generación de jóvenes que impuso las drogas
y la promiscuidad como moda. El impacto que los jóvenes tienen sobre la sociedad
se debe a su espíritu libre y audaz. Cuando algo les gusta, lo abrazan con pasión no
importando las consecuencias. Ellos, a diferencia de los adultos, no son regidos
por paradigmas paralizadores. Es en la edad de la juventud que los sueños nacen,
es la etapa en la que todo es posible.
Hay algo en lo que los jóvenes se parecen a Dios, y es en su fuerza.
Una y otra vez en las Escrituras leemos acerca de la fuerza de Dios, pero también
leemos acerca de la fuerza de los jóvenes. "la gloria de los jóvenes es su fuerza..." ;
Juan dice de los jóvenes: "os he escrito a vosotros jóvenes porque sois fuertes"
Los jóvenes que buscan la pureza son aún más fuertes.
"El limpio de manos aumentará la fuerza"
El cine, la televisión, y los sellos disqueros han explotado la fuerza de los jóvenes.
Solo tienes que prender la televisión o la radio para ser testigo del derroche
de energía de muchos actores y músicos jóvenes. En la mayoría de las ocasiones
hay poco talento, pero estos jóvenes están llegando a multitudes con su pasión y su energía.
No solo el cine y los sellos disqueros han aprovechado la
fuerza de los jóvenes. A través de la historia tiranos con ideas distorsionadas
y extremistas han abusado y siguen abusando de la fuerza y la pasión de
los jóvenes para cumplir sus propósitos utilizándolos como carne de cañón y hombres bomba.
Dios ha cumplido muchos de sus propósitos a través de los jóvenes.
Solo tenemos que leer la Biblia para ver las historias de Josué, David,
Gedeón, Daniel, Sadrach, Mesach, Abednego y Jesús mismo, para
darnos cuenta que Dios quiere utilizar a los jóvenes. La iglesia necesita la fuerza
y la pasión de los jóvenes para combinarla con el discernimiento y el consejo de los adultos.
Esta es una fórmula de éxito. Ni los jóvenes pueden solos, ni los adultos tampoco.
Si no aprovechamos la fuerza de los jóvenes el enemigo la aprovechará como
lo ha estado haciendo.
El consejo bíblico para los jóvenes es que inviertan su fuerza en el lugar correcto.
"Ahora pues, hijo, oídme, Y no os apartéis de las razones de mi boca.
No sea que extraños se sacien de tu fuerza y tus trabajos estén en casa del extraño"
El problema de muchos líderes es que cuando ven a los jóvenes los ven a través de filtros
que no les permite aceptarlos. Esos filtros tienen que ver con ideas acerca de cómo
los jóvenes se deben de vestir o peinar, que tipo de música deben escuchar, o como deben hablar.
Tal vez los jóvenes utilicen un lenguaje diferente o su forma de vestir o peinarse
no se adapte a los gustos de los adultos pero todo esto es secundario.
Los pastores y líderes no deben de
perder tiempo en asuntos de orden secundario, sino
dedicarse a enseñar principios y canalizar la pasión de los
jóvenes. Los jóvenes están buscando un líder para seguir, una pasión para vivir
y una meta para alcanzar. Esta es la generación de los deportes extremos,
la música y las emociones fuertes.
Nuestros programas para jóvenes deben de suplir estas necesidades.
Es importante que aquellos a los cuales ponemos como líderes de nuestros jóvenes,
sean apasionados y entiendan el pulso de esta generación para que puedan realmente
desafiarlos. Es también importante que sean prácticos y tengan metas realistas acerca
de lo que persiguen como grupo de jóvenes y congregación. Recientemente participé en
un congreso de jóvenes y al concluir me quede a compartir a la congregación el domingo
por la mañana y la verdad es que la diferencia era extrema, la reunión dominical,
compuesta en su mayoría de adultos no tenía el fluir y la pasión que mostraban
los jóvenes en el congreso. Era muy distinta.
El avivamiento por el que tanto hemos estado orando en Latinoamérica tendrá
cara joven. Serán los jóvenes los que despertarán a muchos adultos que se han
conformado y juntos impactarán al mundo.
¡Hagamos equipo con nuestros jóvenes!
Susana Podnosoff
Con Cariño Y Mucho Amor!!
Carlitos