1. Salir con los amigos, pareja o familia entre semana. Hay que romper la rutina.
2. Aprovechar el fin de semana para un cambio de ritmo.
3. Escuchar música. Ayuda a la relajación del cerebro y puede facilitar el buen humor.
4. Detenerse a oler las flores o admirar el paisaje ayuda a disminuir el estrés. Sonreír es la clave.
5. Pasar tiempo con uno mismo. Regalarse tiempo se traduce en calma y concentración.
6. Cambiar el “5 minutos más” en la cama por levantarse 15 minutos antes para realizarlas tareas matutinas con calma.
7. Preparar el día desde la noche anterior. Tener lista la ropa o el desayuno permite ganar tiempo.
8. Aprender a decir “NO” a las actividades cuando se sabe que no se tiene tiempo ni energía.
9. Ser flexible con las metas y objetivos. El mundo no se acaba si se dejan algunos deberes para mañana.
10. Respirar. Concentrarse en cómo se hace, al menos una vez al día.
Pero sobretodo, CONFIAR en Dios, dejarlo trabajar y esperar.