Por aquel entonces estaba sola, en mi casa mi madre trabajaba todos los días y muchas noches, mi padre no nos prestaba atención, cuando mis padres se juntaban solo discutían y mi hermano los calmaba y también me calmaba a mí que no podía dejar de llorar, pero se fue de casa y no supe otra vez de él. Cuando tenia 8 años, cuando me ingresaron en el hospital por primera vez conocí a un chico, y su hermano gemelo, estos chicos fueron mis primeros amigos.
Pasaron los años y a los 12 años, yo me había enamorado de uno de los gemelos, Daniel. No sabia como decírselo, yo era muy tímida.
Daniel y su hermano Adrian apenas salían del hospital, aunque yo por una enfermedad solía estar muy débil y no paraba de entrar y salir.
Esto a los 14 años paró. Los tres nos mejoramos y llevábamos ya unos meses sin pisar el hospital. Entonces entro un nuevo chico al grupo, yo le tome mucho cariño, era como mi hermano pequeño, solo tenia un año menos que yo pero es que los gemelos tenían tres años mas que yo y siempre me lo hacían notar.
Un año mas tarde seguía enamorada de Daniel y decidí decírselo, pero su respuesta fue un no.
Nos dejamos de ver un tiempo, y yo tuve que volver al hospital, cuando paseaba por ahí vi a Daniel en una habitación, lo que me extrañó. Se supone que ya estaba recuperado. Entré y el tampoco esperaba verme ahí. Entonces su hermano salio conmigo y me lo contó todo. Cuando yo le había pedido salir, unos días antes a el le habían diagnosticado cáncer y por eso decidió decirme que no, porque tenia miedo de morirse y dejarme sola. Por eso se alejo de mí, esperando a que encontrase otra persona.
Entré a la sala y vi a David, el ultimo en entrar al grupo llorando, mañana operaban a Daniel. Me acerque a la camilla y el sonrió, siempre lo hacia, por muy mal que se sintiese “No llores” me dijo, hasta ese momento no me había dado cuenta de que estaba llorando, me hizo prometerle que tendría un final feliz, juntos o no.
Al día siguiente fui a verle antes de la operación y él me dio mi primer beso, después sonrió entre lágrimas y se lo llevaron, era la primera vez que lo veía llorar. Horas mas tarde el doctor nos lo dijo, la operación no había salido bien. No podía parar de llorar, David y Adrian también empezaron a llorar.
Unos mese mas tardes yo seguía destrozada y David vino a verme, Adrian había muerto, bebió mucho y cogió la moto, que idiota.
Hoy a los 23 años, fue la primera vez que fui a sus tumbas. Pasé cerca de un año llorando por los dos, pero después de aquello mi vida siguió. A veces tengo que ir al hospital para revisiones pero nada grave. David es mi mejor amigo y nos vemos casi diariamente.
Hoy estuve recordando a ese par de gemelos que si no hubiesen estado ahí, ahora no seria como soy. Ellos me enseñaron lo que era tener una familia.