Rezar la oración a San Miguel Arcángel.
En estos tiempos en que los demonios han sido liberados del abismo y asolan la tierra y las almas, es necesario guarecerse de sus ataques y emboscadas invocando al Capitán del ejército celestial: San Miguel Arcángel.
Y la oración más efectiva que la Iglesia ha puesto en nuestras manos para invocar al Caudillo de los ángeles buenos, es la que compuso León XIII ante una visión que tuvo, donde la Iglesia era atacada por el Infierno. Y esos tiempos que vio el Papa, son los tiempos actuales, donde lamentablemente por una reforma litúrgica, se ha quitado el rezo de esta oración a San Miguel al final de cada Misa. Pero el Santo Papa Juan Pablo II dio la orden de que se volviera a rezar esta oración al final de cada Santa Misa. Recémosla nosotros en particular, no sólo al término de la santa Misa, sino en toda ocasión en que nos encontremos luchando contra las fuerzas del mal, y para prevenir cualquier emboscada del abismo.
Esta es la oración:
“San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.”