En caso de niebla…
Los inspectores de tránsito nos dicen que en caso de niebla en el camino, no es bueno cambiar de dirección, sino realmente hacerlo cuando todo está despejado.
Y esto también se aplica a la vida espiritual y mental, puesto que cuando hay perturbación en nosotros, cuando la oscuridad del pesimismo nos ha invadido, ya no vemos claro y entonces no es bueno tomar decisiones en esos estados.
Esperemos a que pase ese estado de desolación o confusión, y entonces sí veremos claro para tomar decisiones y saber qué es lo que debemos hacer.
Tenemos que aprender a darnos cuenta de cómo estamos en cada momento, para ser hábiles y no pensar ni actuar bajo el estado de desolación o confusión, pues en ese tiempo también el demonio suele poner sus ideas y pensamientos nefastos, y lo que decidamos en estos momentos no será lo mejor y lo más racional y justo.
Recordemos que el demonio es un ser cobarde y suele atacar a su presa en los momentos en que ésta está débil y confusa. El diablo nos rondará cuando estamos tristes y abatidos, con angustias e indecisos. Pero no se acercará cuando estamos bien y contentos.
Pensemos en estas cosas y seamos astutos para no dejar que el demonio se salga con la suya, o que equivoquemos el camino por decisiones apresuradas tomadas en la oscuridad de la noche espiritual.