La modernidad, el progreso científico y el crecimiento económico se creyó que iban a ser la panacea que resolviera todos los problemas humanos. En ese contexto la religión quedaba relegada a la nada o al ámbito exclusivamente privado.
Una lectura profunda de la realidad permite constatar que aquel castillo de naipes se ha derrumbado.
Los libros de autoayuda están entre los más vendidos; las consultas de los sicólogos abarrotadas; el consumo de tranquilizantes disparado. ¿Qué está ocurriendo?
Ocurre que mucha gente se entrega a experiencias que les dejan profundamente insatisfechos. Sienten una gran frustración, la sensación de no alcanzar nunca el gozo esperado y el miedo a que la vida no tenga sentido.
Dice Nolan que en la sociedad actual mucha gente busca alguna fuerza interior para afrontar la vida, paz de espíritu y libertad frente a los sentimientos de miedo y angustia. Tienen necesidad de algo mayor que ellos que les dé unidad, hambre de espiritualidad, ansia de Dios.
Es eso lo que me permite afirmar que se está produciendo una cierta vuelta de lo religioso.
PROPUESTA
Deja ya de acomplejarte y de pensar que la religiosidad es propia del pasado y de personas inmaduras.
No hace falta que salgas a la calle mostrando a gritos aquello en lo que crees. Pero sí que puedes y debes romper los esquemas a quienes desprecian tu vida de persona creyente.
¿Cómo hacerlo?
Obra de forma que vean que no pierdes la paz cuando las circunstancias que te rodean debieran ponerte a punto del ataque de nervios; que no te derrumbas cuando se viene abajo algo muy querido; que no te desesperas por mucho que se acumulen los fracasos.
Entonces se tendrán que preguntar de dónde te viene esa paz, esa armonía y ese horizonte de comprensión de las cosas.
Y !tú! tienes clara la respuesta
(Alejandro Córdoba, Religión Digital)