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General: Docenario guadalupano
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De: perladelmar (Mensaje original) |
Enviado: 01/12/2016 00:57 |
Docenario guadalupano POR EL PADRE JOAQUÍN GALLO REYNOSO, SACERDOTE JESUITA
descanse en paz el padre joaquin fallecio hace unos dias
María de Guadalupe: Liberadora y Promotora de nuestras personas
Un saludo cordial a quienes vayan a hacer uso de este docenario. Durante el año tuvimos diferentes oportunidades de reflexionar en dos tópicos recurrentes: al principio, sobre el sacerdocio debido al Año Sacerdotal, y después, sobre la presencia de Nuestra Reina y Madre, Santa María de Guadalupe, en los acontecimientos de la Independencia y la Revolución: celebramos así el bicentenario de aquella y el centenario de ésta.
En las consideraciones que ofreceré en estos días, para no desligarnos del último proceso vivido, me estaré fijando en las perspectivas de la liberación, la promoción humana y cristiana y los derechos humanos que brotan, por aquí y por allá, en este Acontecimiento Guadalupano, tan liberador y tan promotor de personas. Ante un México tan convulsionado por tantas barbaridades, Santa María de Guadalupe y el relato original de las Apariciones, el Nican Mopohua, nos ofrecerán perspectivas para colaborar en la transformación positiva de nuestro país, de nuestro Estado y de nuestra ciudad. A orar, pues, y a trabajar con Santa María de Guadalupe, Madre, Cuna, Promotora y Liberadora de nuestro país. Las consideraciones serán muy breves dada la cantidad de material Guadalupano que el Diario de Yucatán ofrece en estos días. Les recuerdo que las siglas N.M. y numeraciones que pongo son del Nican Mopohua.
Día primero: El Verdaderísimo Dios tiene la iniciativa del Acontecimiento Guadalupano.
Primera consideración: Dios tiene la iniciativa de la creación del universo, tanto de las personas y animales como de otros elementos naturales. El centro de todo el universo es y será Jesucristo por voluntad del Padre.
Jaculatoria: Reina de la creación: Ayúdanos a cuidarla; y a encontrarnos, por ella, con Dios.
Segunda consideración: Dios crea a los ángeles, primeros seres libres, pensantes y espirituales que estarán al servicio del Señor Jesús, de Su Madre y de nosotros@s...
Tercera consideración: Dios crea al hombre y a la mujer a Su imagen y semejanza. Nos encomienda la creación para que la compartamos todos con todos y nos revela que, en Cristo, todos somos hermanos.
Cuarta consideración: Dios, Dador de vida, establece con la humanidad Alianzas fundamentales: la más importante y central es la hecha a través del Señor Jesús y Su misterio Pascual: vida, pasión, muerte, Resurrección y Glorificación del mismo Señor.
Quinta consideración: En todo el grandioso plan de salvación de Dios está presente María, Madre de Jesús y Madre nuestra. Este plan Divino incluye de manera sorprendente al Acontecimiento Guadalupano en donde María nos trae, para darnos, a Jesús, y se queda entre nosotros desde 1531 para ayudarnos a construir la civilización del amor y construir un mundo nuevo para todos. Demos gracias a Dios y a Ella por estos designios y realizaciones.
Apoyos Bíblicos: Génesis 1(todo) y 2,1-4 Salmo 104(103) Ef 1, 3-14; Jn 17,21-24 ** Para la gloria de Dios y de Santa María de Guadalupe¨**
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Docenario Guadalupano
Jueves, 1 de diciembre de 2016 -
Padre Joaquín Gallo Reynoso, sacerdote jesuita
Estimados hermanos en el Señor, como cada año por estas fechas vamos a iniciar nuestro docenario. Escogí el título “Florilegio guadalupano” para ir aprendiendo de Dios, de María, de San Juan Diego cómo vivir misericordiosamente nuestra vida cristiana una vez que hemos terminado el Año de la Misericordia. Pero nuestra vida sigue, y el mandamiento del Señor: “Ámense como Yo los he amado” (Jn 13, 35) sigue vigente para todos los días de nuestra vida.
Estas consideraciones tendrán cada día un subtítulo para ver qué virtud, compromiso, vivencia hemos de ejercitar especialmente en ese día en turno. En la mayoría de ellos me basaré en algún párrafo del Nican Mopohua, el documento original escrito en lengua nahua por Antonio Valeriano, indígena muy capaz que conoció personalmente e Juan Diego. Si hacen estas reflexiones y oraciones en común procuren advertir a quienes tomen parte cómo se llevará al cabo el docenario cada día. Así lo podrán disfrutar más y las personas aprenderán a llevar este tipo de rosarios en adelante con más fruto.
Feliz Adviento y preparación de las fiestas guadalupanas.
Primer día: Las relaciones que vivió y vive nuestra madre con la Santísima Trinidad y nosotros. Vamos a considerar cómo María es la hija del Padre a quien se entrega con todo su amor; madre del Hijo a quien educa y acompaña durante su vida, y gloria del Espíritu Santo, a quien recibe con todo su amor, a quien obedece y sigue con plena docilidad. Ella es la que tiene las relaciones más perfectas de toda la humanidad con la Santísima Trinidad.
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Primera consideración: María, hija predilecta del Padre. Vamos a pensar y sentir cómo el Padre Dios ama a la Virgen María. Ella siempre quiso hacer su voluntad y así se lo expresa al ángel Gabriel cuando le dice: “Aquí estoy yo, la humilde sierva del Señor”. Le pedimos a nuestra madre que nos enseñe a amar y glorificar a nuestro Padre toda nuestra vida como lo decimos en el Padre Nuestro.
Segunda consideración: María, nuestra madre, recibió con todo su amor a Jesús, lo cuidó y alimentó, lo comprendió y acompañó toda su vida. Vamos a imaginarnos un ratito cómo la Virgen recibió a Jesús en Belén cuando nació. Cómo lo presentó en el templo; le dio consejos para cuidar y tratar a sus amigos… Le enseñó cómo llevarse con sus parientes, vecinos y toda la gente. Junto con San José lo llevaba al templo y ya cuando Jesús creció lo apoyó para que realizara su misión como debería ser hasta la muerte. Luego lo vio después de la Resurrección y lo ha dado a conocer a todos por todos los países. Agradezcámosle a María lo que nos enseña a amar a Jesús y pidámosle que nos enseñe a amarlo y servirlo como Ella.
Tercera consideración: María es la gloria, el honor del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el que va llevando la gran obra de salvación de todos desde el principio. Él da fuerza, anima para seguir a Jesús y para amar a Nuestro Padre. Nadie como Él para educarnos desde dentro de nosotros mismos. Él educó a María perfectamente y Ella se dejó conducir por él como la mejor discípula. Por eso ella es su gloria. En Ella reposa íntimamente y se consuela el Espíritu Santo. Pidámosle a nuestra madre del Cielo que nos enseñe a ser obedientes al Espíritu Santo para que hagamos mejor esta historia que nos toca vivir.
Cuarta consideración: La Santísima Trinidad es el misterio más grande de todos los que existen. La Virgen María es la más cercana, la que vive la mayor intimidad de todas las personas de la Tierra con las Personas Divinas. Vamos a imaginarnos a la Virgen cómo le ora al padre, cómo se regocija con su Hijo y cómo le agradece al Espíritu Santo todo lo que ha hecho por Ella y a través de Ella. Le pedimos que nos eduque y enseñe para vivir unidos con las Tres Personas Divinas.
Quinta consideración: Toda la creación —las personas, los ángeles, todos los seres racionales— debe amar y glorificar siempre a la Santísima Trinidad. Somos hechura de las Tres Divinas Personas. Les debemos todo el honor y la gloria. Ellos son los que nos llenan de su amor y sus favores. Como nuestra madre, démosle las gracias y vivamos tratando de agradar a las Tres Divinas Personas en todo.
Lecturas bíblicas de apoyo: el canto del Magnificat de la Virgen: San Lucas 1, 46-55; Salmo 148.
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Padre Joaquín Gallo Reynoso, sacerdote jesuita
Ayer meditamos en María, en sus relaciones con la Santísima Trinidad; hoy contemplaremos cómo María siempre ha vivido agradecida. Aprendamos de ella a ser siempre agradecidos con Dios, con Ella y con quienes nos relacionemos. Agradezcamos de manera especial el Año de la Misericordia que acabamos de terminar.
En cuanto a la metodología, ya les dije algo ayer; ahora les añado que los textos del Nican están entresacados no según el orden numérico sino según el tema del día.
Oración Inicial: lectura Nican Mopohua.
88: Juan Diego estaba con la Santísima Virgen diciéndole la respuesta que traía del señor obispo; 89: la que, oída por la Señora, le dijo; 90: “Bien está, hijito mío, volverás aquí mañana para que lleves al obispo la señal que te ha pedido”; 91: “con eso te creerá y acerca de esto ya no dudará ni de ti sospechará”; 92: “y sábete, hijito mío, que yo te pagaré tu cuidado y el trabajo y cansancio que por mí has impendido”; 93: “ándale, vete ahora, que mañana aquí te aguardo”.
Primera consideración: Juan Diego se encuentra por tercera vez con María, a la que le dice el recado del obispo (88).
Otra vez María le sale al paso a Juan Diego; él se había comprometido con ella a llevarle, al atardecer del domingo 10, el recado del obispo y ella lo espera. Contemplemos esta escena. Aprendamos de María a estar al pendiente de las necesidades y preocupaciones de los demás; aprendamos de Juan Diego a confiar en Dios y en María.
Segunda consideración: La Virgen cita a Juan Diego para que vaya al día siguiente a fin de darle la señal pedida por el obispo (88-90).
María, como Dios, sabe de qué estamos hechos, conoce que son importantes para nosotros los signos y los símbolos y se hace al modo nuestro para que llevemos al cabo nuestra misión y nos realicemos como personas. ¿Qué tan atentos estamos para dar a otros los signos que necesitan para vivir más plenamente como humanos, como verdaderos cristianos? ¿Somos testigos, signos de Dios y de María para otros? Que Ella nos ayude a serlo…
Tercera consideración:María le dice a Juan Diego que con la señal que Ella le dará el obispo ya no dudará de él (91). ¡Qué descanso para Juan Diego; se le restablecerá su crédito delante del obispo! Y sobre todo valorará el amor y la preocupación de la Virgen por la situación de los indígenas y la esperanza que Ella depositó en Juan Diego. La confianza de otros hacia nosotros reafirma nuestra seguridad personal, por eso es tan importante que los otros confíen en nosotros. ¿Qué tanto confiamos en los otros? ¿Somos merecedores de que otros confíen en nosotros? ¿Qué tanto confía cada quien en sí mismo?
Cuarta consideración: La Virgen le promete a Juan Diego que le pagará el trabajo que está haciendo por Ella (92).
Sigamos contemplando esta escena tan bella, este diálogo entre Madre e hijo… Nuestra condición es débil y siempre queremos alguna retribución por lo que hacemos. A veces es la buena cara del otro la que nos consuela, lo que nos motiva o lo que buscamos… A veces es el regalito que nos va a hacer la otra persona más que la satisfacción de hacer bien o cumplir con nuestro deber. Aprendamos de María a ser generosos y agradecidos. De nuestra parte demos gratis lo que gratis hemos recibido de Dios, de María, de la Iglesia, de otras personas…
Quinta consideración: María despide a Juan Diego y le promete que ahí lo esperará al día siguiente para darle la señal (93). Disfrutemos esta parte final de la tercera aparición. ¡Qué promesa y qué esperanza para Juan Diego! Ahora sí se puede ir tranquilo a su casa con la seguridad que le ha dado su Madre, nuestra Reina celestial. Confiemos en María todo lo que somos y necesitamos porque Dios la ha hecho poderosa, fiel, generosa, agradecida…
Lecturas bíblicas: Jn 2, 1-11; Sal 57 (56)
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Docenario Guadalupano
Padre Joaquín Gallo Reynoso, sacerdote jesuita
Hoy recordamos con mucha admiración a nuestro querido San Francisco Javier, el gran misionero del siglo XVI, compañero de San Ignacio de Loyola, cuyo nombre llevó la primera universidad de Yucatán.
Demos gracias a Dios por esta providencia suya en favor de nuestro pueblo y ciudad. Y pensemos si fuimos buenos misioneros de la misericordia el año que concluyó o si fallamos, para enmendar el camino y seguir viviendo misericordiosamente.
Oración inicial: lectura del Nican Mopohua.
Una vez que Juan Diego recibió la visita y el mensaje de la Virgen se despidió de Ella:
38. E inmediatamente en su presencia se postró; le dijo: ”Señora mía, Niña, ya voy a realizar tu venerable aliento, tu venerable palabra; por ahora de ti me aparto, yo, tu pobre indito”.
39. Luego vino a bajar para poner en obra su encomienda: vino a encontrar la calzada, viene derecho a México.
40. Cuando vino a llegar al interior de la ciudad, luego fue derecho al palacio del Obispo, que muy recientemente había llegado, gobernante sacerdote; su nombre era D. Fray Juan de Zumárraga, sacerdote de San Francisco.
41. Y en cuanto llegó, luego hizo el intento de verlo, les ruega a sus servidores, a sus ayudantes, que vayan a decírselo;
42. después de pasado largo rato vinieron a llamarlo, cuando mandó el Señor Obispo que entrara.
43. Y en cuanto entró, luego ante él se arrodilló, se postró; (a) luego ya le descubre, le cuenta el precioso aliento, la preciosa palabra de la Reina del Cielo, su mensaje, y también le dice todo lo que admiró, lo que vio, lo que oyó… (b).
Primera consideración: Juan Diego acepta la misión de María y se retira de Ella (38).
Juan Diego recibe con mucha reverencia la voluntad de Dios y se despide de la Virgen para realizarla con prontitud. Quiere poner todo lo que está de su parte para que todo salga bien. ¿Cómo procedemos cuando entendemos que Dios quiere algo de nosotros? ¿Nos parecemos a Juan Diego en la prontitud y el buen ánimo?
Segunda consideración: Juan Diego se va a México para buscar al obispo (39-40).
Juan Diego toma de inmediato la calzada del Norte para ir hacia el Sur, hacia el centro de Tenochtitlán. Llega a la casa del obispo. Pensemos y sintamos toda la alegría y fortaleza que él habrá sentido durante su trayecto. ¡Cómo se habrá alegrado del mensaje que llevaba! ¡Con qué fortaleza realizaría el encargo de María! Dichoso él que tuvo esta encomienda…
¿Qué tanto nos gozamos nosotros con el Evangelio? ¿Cómo sentimos y vivimos esta buena noticia —este Evangelio— que Dios ha hecho en México a través de María?
Tercera consideración: Juan Diego tiene que esperar a que el obispo lo reciba (41-42).
Sintamos el deseo que sentía Juan Diego de ser atendido. Y más cuando sabía el tipo de mensaje que llevaba. ¿Cómo nos imaginamos que sería esa espera? ¿Cómo esperamos que otros nos atiendan o nos resuelvan algún asunto? ¿Qué actitud mostramos y vivimos en circunstancias en las que tenemos que esperar?
Cuarta consideración: Juan Diego le da el mensaje de la Virgen al obispo don fray Juan de Zumárraga (43-a).
Juan Diego narra con emoción y alegría al obispo Zumárraga el mensaje de la Santísima Virgen. Imaginémonos el gozo, las pausas que haría para que le tradujeran todo al obispo lo que él iba diciéndole. ¿Cómo estaría su corazón al narrar y revivir todo esto?
¡Dejémonos penetrar de esta santa emoción de Juan Diego por tan alegre y maravillosa noticia y misión!
Quinta consideración: Juan Diego le cuenta con detalle al señor obispo lo que vio y oyó (43-b).
La Señora del Cielo le había encomendado a Juan Diego que fuera testigo integral del acontecimiento que había vivido; le había dicho: “Le contarás cuanto has visto, admirado y oído”. Y así lo hizo, puso todo de su parte para ser buen testigo de María.
Nosotros ¿sabemos dar testimonio completo de nuestra fe? ¿Ponemos todo nuestro corazón, nuestro ser, para ser testigos de Dios y de María?
Textos bíblicos de apoyo: Mateo 10, 1-16; Is 40, 9-12.
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