Hay tantas cosas por las que se puede agradecer a Dios, incluso en los momentos difíciles porque nos enseña y crecemos. Todo en la vida siempre tiene un propósito.
Tienes dos opciones: amargarte y enojarte o dejar todo en manos de Dios y Agradecerle.
Cuando la tormenta pasa es cuando podemos ver todo lo que trajo, no siempre es malo.
Solo toma este momento ahora y dile Gracias Dios por lo que has hecho en mí.