Docenario Guadalupano
Domingo, 12 de marzo de 2017
Padre Joaquín Gallo Reynoso, sacerdote jesuita
Nuestra Señora de Guadalupe, nuestro Modelo este año. Santa María de Guadalupe, Auxilio de los Cristianos perseguidos.
Comenzamos este año haciendo referencia en los Docenarios mensuales a las intenciones que señala el Papa cada mes y que difunde la Red Mundial de oración del Papa-antiguo Apostolado de la oración. Este mes el Papa nos ha señalado la siguiente intención: “Por los cristianos perseguidos, para que experimenten el apoyo de todas las Iglesias y comunidades, por medio de la oración y de la ayuda material”. Sabemos que las persecuciones por causa de su fe han sido muy crueles e incesantes tanto en Asia como en África y sus respectivas islas; son miles de miles nuestros hermanos sacrificados por creer en el Señor Jesús. Ayudémosle a resistir valientes en su Fe como nos pide el Papa.
Nuestra Madre, Santa María de Guadalupe, que estuvo y sigue estando presente en la vida de nuestros pueblos originarios, estuvo muy al pendiente de las barbaridades que se cometieron a estos hermanos nuestros de América por razones de sus creencias en la época de la Conquista. Más aún y desgraciadamente hasta entre cristianos nos hemos perseguido y dividido, testigo la historia de las luchas fratricidas religiosas en Europa por causas muy variadas pero siempre en ofensa de nuestro Dios que quiere que todos seamos Su gran Familia. Que nuestra Madre nos enseñe a respetarnos y amarnos, a unirnos ahora en favor de todos los que están sufriendo de manera inaudita como nunca antes se vio.
Aprovechemos este mes en que veneramos a San José, a nuestra Madre, por la encarnación del verbo-palabra eterna del Padre, en Ella, y al mismo Señor de la historia cuya solidaridad, auxilio y apoyo han sido incondicionales para todos. En esta Cuaresma nos unimos a los dolores del Señor en nuestras y nuestros hermanos perseguidos y en las mujeres y familias que están sufriendo discriminaciones en plenas celebraciones del día de la familia y de la mujer; nuestra Madre Guadalupana, comprometida como siempre, nos inspirará cómo aliviar esos dolores…
Aplicación de nuestra nueva metodología en cada consideración.
Imagina… Contempla… Oye… Escucha… Toma parte en la acción… Pide la gracia de… Saca consecuencias… Saca provecho… Alaba a Dios, a María… Ofrécete…
Primera consideración. Santa María de Guadalupe se presentó en México en un ambiente hostil, o poco tolerante, a la fe cristiana.
Sabemos, por la historia, la oposición del mundo indígena para convertirse de sus antiguas creencias y vemos los mártires que hubo comenzando con los tres niños mártires de Tlaxcala: Cristóbal, Antonio y Juan así como los catequistas de Oaxaca y tantos mártires Jesuitas y de otras Órdenes religiosas en muchos territorios del país. Ellos nos auxilien ahora.
Jaculatoria apropiada: Santa María de Guadalupe, nuestra Madre espiritual; acoge en tu regazo a quienes sufren persecución por su fe.
Segunda consideración. Por desgracia, los mismos conquistadores cristianos, no supieron ver la obra de Dios en nuestros hermanos indígenas.
Es cierto que era muy difícil considerar que el Dios de la vida podía estar presente de modo muy escondido en esas religiones antiguas, pero tampoco fue digno de los conquistadores tratar, como trataron, a sus hermanos indígenas. Pidamos perdón por estas faltas de misericordia y hagamos lo imposible por no repetir tales antitestimonios.
Tercera consideración. En la narración original de las Apariciones el mismo San Juan Diego Cuauhtlatoatzin fue relegado por los ayudantes del Obispo.
Cuando Juan Diego se presentó ante el Obispo Zumárraga, los servidores de éste no podían creer que un indígena fuera el elegido por Dios para hacer el puente entre Dios mismo y el Obispo. Vemos cómo sufrió Juan Diego estas afrentas. Pidamos por todos aquellos que nos persiguen por el hecho de ser cristianos o gente pobre, indígena, ignorante o sencilla.
Cuarta consideración. El mismo Obispo: Don Fray Juan de Zumárraga, no pudo entender la obra de Dios y de María con los indígenas y relegó a Juan Diego en un principio.
En el Nican Mopohua aparece la oposición del Obispo ante lo que le narraba Juan Diego; hasta mandó a sus servidores para que lo siguieran y vieran con quién hablaba (Núm. 70 a 87). Juan Diego le lloró al Obispo para que le creyera y ni así le creyó hasta que llevó la gran señal… Pidamos por nuestras autoridades eclesiásticas para que sepan escuchar a su pueblo.
Quinta consideración. Santa María de Guadalupe, según el plan divino de salvación, colaboró para la reivindicación de los indígenas al inicio de la Conquista y durante ella.
Toda la historia de las Apariciones, el mensaje, los signos, las pruebas, el ayate bendito nos hablan de la gran Providencia de Dios para realizar este acontecimiento… Demos gracias, porque gracias a esto nuestro pueblo sigue creyendo y sigue siendo asistido por la Madre de todos, Santa María de Guadalupe. Agradezcamos tanto amor como lo dio, maravillosamente, desde los inicios del Cristianismo aquí (N.M.209-218). Y pidamos por todos nuestros hermanos que nos persiguen para que lleguen a conocer “Al verdaderísimo Dios por quien vivimos “(NM Num. 26) y a nuestra Santísima Madre, la Preciosa Santa María de Guadalupe.
Apoyos Bíblicos. Hechos 6,9-15; 12,1-19, Apoc.7,9-17, Mt 28,16-20.
Para la gloria de Dios y de Santa María de Guadalupe.