Quince minutos con Jesús Misericordioso
Aprovechar el tiempo.
Jesús Misericordioso enséñame a aprovechar el tiempo de vida que tengo en este mundo, porque a veces lo malgasto lastimosamente, sin preocuparme en usarlo para acrecentar mi conocimiento sobre Ti y las cosas divinas.
Si yo me pusiera a pensar más a menudo que la única oportunidad que tengo es esta vida terrena, y que luego de ella viene la muerte, y con la muerte el Juicio, entonces no desperdiciaría mi tiempo en tantas vanidades y tonterías como hasta ahora lo he hecho, sino que usaría del tiempo concedido para crecer en amor a Ti y a los hermanos, haciéndome santo, que para ello estoy en este mundo.
Jesús mío, ten compasión de mí, que veo sólo lo evidente, y no tengo buena visión para las cosas espirituales, quizás porque mi fe es débil, o no la pongo por obra, pensando y reflexionando seriamente que el tiempo de misericordia es el tiempo que tengo de vida sobre la Tierra, y que luego viene el tiempo de la Justicia inexorable.
¡Qué locura la mía, al no saber aprovechar esta oportunidad única e irrepetible que me concedes! Enséñame, Jesús Misericordioso, que se vive una sola vez, y que lo que hago en esta vida, queda sellado para siempre.
Por eso a partir de hoy quiero emplear el tiempo lo mejor posible, sin malgastar ni siquiera un instante, utilizando de él para crecer en santidad y para hacer mucho apostolado y buenas obras.