¿Estás alcanzando tu propósito en la vida?
¿Sabías que dentro de ti hay un gran potencial que probablemente nos has descubierto?
¿Cuántas cosas has querido lograr y no la has alcanzado?
Lo que hasta ahora no hemos alcanzado se debe a los paradigmas que tenemos de la vida. Probablemente seas de las personas que luchan cada día porque no están logrando sus metas, todavía tienen hábitos, conductas, actitudes que no logran cambiar, no pueden hacer esos cambios que les gustaría tanto.
Puede que estés en el grupo de personas que inician algo con muchas fuerzas y al cabo de un tiempo surge algo, cualquier circunstancia, que te impide terminar lo que comenzaste. Terminas conformándote y pensando que eso no es para ti.
Las emociones y estados de ánimo que te embargan son de frustración y tristeza, rabia y enojo contigo mismo, infelicidad?
“Había dos niños que patinaban sobre una laguna congelada. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación. Cuando de pronto, el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua.
El otro niño viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron:
-¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que lo haya podido quebrar, con esa piedra y sus manos ¡¡¡tan pequeñas!!!
En ese instante apareció un anciano, que dijo: -Yo sé cómo lo hizo…
-¿Cómo? – Le preguntaron al anciano y él contestó: – No había nadie a su alrededor que le dijera que no se podía hacer.”
¿Te dijeron alguna vez que no podías lograr tus sueños o te lo has dicho tu mismo?
¿Te gustaría romper con los paradigmas que están limitando tu vida?
¿Quieres cerrar las heridas del pasado y abrirte a un mejor futuro?
Estoy de acuerdo con estas palabras de Stephen Covey: “Sólo podemos lograr una mejora considerable en nuestras vidas cuando trabajamos sobre la raíz, sobre los paradigmas de los que fluyen la actitud y la conducta.”