3- Coherencia en los padres y autoexigencia en los hijos: Uno es coherente cuando lo que piensa, siente, dice y hace es una sola y misma cosa. Hay que dar ejemplo primero.
4- Tener iniciativa, inquietudes y buen humor: La rutina es un enemigo en las relaciones conyugales y con los hijos. El punto clave es que haya creatividad e iniciativa en la vida de pareja y eso se contagiar· a toda la familia. Creatividad e iniciativa protegen a la pareja de la rutina. Los hijos aprenden su educación sentimental simplemente viendo cómo se tratan papá· y mamá·, viendo que se admiran, se halagan, se alaban, son cómplices. ¡cuándo sea mayor trataré a mi mujer como papá a mamá!.
5- Aceptar nuestras limitaciones, y las de los nuestros: Hay que conocer y aceptar tus limitaciones, las de tu cónyuge, las de tus hijos. Pero es importantísimo no criticar al otro ante la familia, no criticar a tu cónyuge ante los niños, o a un niño ante los hermanos, comparando a un hermano "bueno" con uno "malo". Eso hace sufrir al hijo y le quita autoestima. Es mejor llevarlo aparte y hablar.
6-Elijamos buenos amigos y amigas : Necesitamos más que nunca amigos humanos, personas, grandes y buenos amigos, con los que compartir muchas horas, conversaciones sinceras y cercanas, amistades de verdad, que te apoyen y te conozcan auténticamente, que te acepten con tus fallos y potencien lo mejor en ti.
7- Reconocer y reafirmar lo que vale la otra persona: Seamos sinceros: no tiene sentido que andemos llamando "flaca" a quien no lo es, o "güera" a mi hija morena. Hemos de saber (grandes y pequeños) que somos buenos en unas cosas y no en otras. ¡Hijo, pareces bueno en A y en B, pero creo que C no es lo tuyo!. Reafirmemos al otro en lo que vale, y se verá a sí mismo como lo que es, una persona valiosa.
8- Estimular la autonomía personal: Hacer cosas buenas nos hacer buenos a nosotros. Esta idea ayuda a tener autonomía personal, hacer las cosas por nosotros mismos, para mejorar nosotros.
9- Diseñar un proyecto personal: No irás muy lejos si no sabes donde quieres ir. Has de tener un proyecto personal para crecer, y atender y ayudar a discernir y potenciar los proyectos de los tuyos.
10- Tener un nivel de aspiraciones alto, pero realista: Hemos de jugar entre lo posible y lo deseable. Si aspiramos alto, nos valoraremos bien, tendremos autoestima. Pero, ¿es factible? Debemos conjugar un alto nivel de aspiraciones con la realidad de nuestras capacidades y recursos.