Al pasar el tiempo,los tesoros van escaseando pero se vuelven más importantes:
una pareja,una familia,la realización de nuestros sueños y ambiciones.
Entonces,justo pensabas que se habían acabado los tesoros,descubres que hay más. Uno de los tesoros propios de la vejez es el tiempo.
Cuando eres joven,el tiempo se te escapaba.
En cambio,ahora tienes más tiempo para pensar.
Yo lo dispuse así para que vivieras en relación más estrecha con el Espíritu del Cielo. Aminora la marcha y aprende a disfrutar de las maravillas de Mi creación y de las obras de Mi Espíritu.
El tesoro del tiempo pude conducirte a muchos otros descubrimientos.
Los hay por todos lados.
Son montañas de obsequios.
DE JESÚS, CON CARIÑO.