eterno, Padre de toda bondad y amor, yo te ofrezco por las manos de María, corredentora de la humanidad, todas las Santas Llagas y la Preciosa Sangre deramada en la Pasión de tu Divino Hijo Jesús, en unión a todas las Santas Misas que serán hoy celebradas en el mundo entero, para que vaya extendiéndose el triunfo de su Corazón Inmaculado en Alemania, en México y en el mundo entero. Amén.
María, mi Madre amada, te ruego que perfecciones esta ofrenda con tus méritos maternales y la multipliques tantas veces haya hojas en los árboles del mundo y granos de arena en el mar. Amén