Venid, Dios mío, en mi ayuda. Apresuraos, Señor, a socorrerme.
Rezar Gloria y Padrenuestro.
I
1. Encarnación. Oh dulcísimo Niño Jesús, que para nuestra salvación descendisteis del seno del eterno Padre a las entrañas de la Virgen María, donde, concebido por obra del Espíritu Santo, tomasteis la forma de siervo, siendo el Hijo de Dios hecho Hombre, tened piedad de nosotros.
R. Piedad, Niño Jesús, piedad. Avemaría.
2. Visitación. Oh dulcísimo Niño Jesús, que por medio de Vuestra Virgen Madre visitasteis a Santa Isabel, y llenando del Espíritu Santo a vuestro Precursor San Juan Bautista, le santificasteis ya antes de nacer, tened piedad de nosotros.
R. Piedad, Niño Jesús, piedad. Avemaría.
3. Expectación del parto. Oh dulcísimo Niño Jesús, que esperasteis encerrado por nueve meses en el seno materno el tiempo de nacer, e inflamasteis en ardentísimos deseos los corazones de la Virgen María y de San José, y os ofrecisteis a Dios Padre por la salvación del mundo, tened piedad de nosotros.
R. Piedad, niño Jesús, piedad. Avemaría.
4. Nacimiento. Oh dulcisimo Niño Jesús, nacido de la Virgen María, envuelto en pobres pañales y reclinado en el pesebre, anunciado por los Angeles y visitado por los Pastores, tened piedad de nosotros.
R. Piedad, Niño Jesús, piedad. Avemaría.
Gloria a Vos, Niño Jesús de Madre Virgen nacido, y al Padre y al Santo Espíritu por los siglos de los siglos. Amén.
II
V. Jesús está cerca de nosotros. R. Venid y adorémosle. Padrenuestro.
5. Circuncisión. Oh dulcísimo Niño Jesús, circuncidado a los ocho días, llamado con el glorioso nombre de Jesús; y en el Nombre y en la Sangre justamente, preconizado Salvador del mundo, tened piedad de nosotros.
R. Piedad, Niño Jesús, piedad. Avemaría.
6. Adoración de los Reyes. Oh dulcísimo Niño Jesús, manifestado por una estrella a los tres Magos, adorado en el regazo de María, y regalado místicamente con oro, incienso y mirra, tened piedad de nosotros.
R. Piedad, Niño Jesús, piedad. Avemaría.
7. Presentación. Oh dulcísimo Niño Jesús, presentado en el templo por María Virgen y Madre, abrazado por el santo anciano Simeón y revelado al pueblo de Israel por la profetisa Ana, tened piedad de nosotros.
R. Piedad, Niño Jesús, piedad. Avemaría.
8. Huida a Egipto. Oh dulcísimo Niño Jesús, perseguido de muerte por Herodes, llevado a Egipto por San José con vuestra Madre, librado de la muerte con la huida, y glorificado con la sangre de los Inocentes, tened piedad de nosotros.
R. Piedad, Niño Jesús, piedad. Avemaría.
Gloria a Vos, Niño Jesús, de Madre Virgen nacido, y al Padre y al Santo Espíritu, por los siglos de los siglos. Amén.
III
V. Jesús está cerca de nosotros. R. Venid y adorémosle Padrenuestro.
9. Permanencia en Egipto. Oh dulcísimo Niño Jesús, que vivisteis en Egipto con María Santísima y el Patriarca San José hasta la muerte de Herodes, tened piedad de nosotros.
R. Piedad, Niño Jesús, piedad. Avemaría.
10. Regreso de Egipto. Oh dulcísimo Niño Jesús, que volvisteis con vuestros padres de Egipto a la tierra de Israel, padeciendo en el camino muchos trabajos y entrasteis en la ciudad de Nazaret, tened piedad de nosotros.
R. Piedad, Niño Jesús, piedad. Avemaría.
11. Estancia en Nazaret. Oh dulcísimo Niño Jesús, que habitasteis santamente en la bendita casa de Nazaret, sujeto a vuestros padres, pobre y en muchos trabajos y creciendo en sabiduría, edad y gracia, tened piedad de nosotros.
R. Piedad, Niño Jesús, piedad. Avemaría.
12. Jesús entre los Doctores. Oh dulcísimo Niño Jesús, conducido a Jerusalén a la edad de doce años, buscado con dolor por vuestros Padres, y después de tres días encontrado con sumo gozo en el templo entre los Doctores, tened piedad de nosotros.
R. Piedad, Niño Jesús, piedad. Avemaría.
Gloria a Vos, Niño Jesús, de Madre Virgen nacido, y al Padre y al Santo Espíritu por los siglos de los siglos. Amén.
El día de Navidad y su Octava:
V. El hijo de Dios se hizo hombre, aleluya. R. Y habitó entre nosotros. Aleluya.
El día de Epifanía y su Octava:
V. Cristo se nos ha manifestado, aleluya. R. Venid adorémosle, aleluya.
En el resto del año se dice:
V. El hijo de Dios se hizo hombre. R. Y habitó entre nosotros.
ORACION FINAL Omnipotente y eterno Dios, Señor del Cielo y de la tierra, que os manifestáis a los pequeños, concedednos, os suplicamos, que, venerando dignamente los santos misterios de la Infancia de vuestro hijo Jesús, y siguiendo sus ejemplos, podamos llegar al reino de los cielos prometido a los pequeñuelos. Por el mismo Jesucristo Señor nuestro. Amén.
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