Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua (es el pico mas alto de la Argentina que queda en Mendoza)
Inicio su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria para el solo, por lo tanto subió sin compañeros.
Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y mas tarde, y no se había preparado para acampar sino que decidió seguir subiendo.
Decidido a llegar a la cima, finalmente obscureció. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada.
Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.
Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires... caía a una velocidad vertiginosa, solo podía ver veloces manchas mas oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.
Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de la vida, el pensaba que iba a morir, sin embargo, de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos ...SI, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura.
En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedo mas que gritar: *"AYÚDAME DIOS MIO..."
De repente una voz grave y profunda de los cielos le contesto: *" QUE QUIERES QUE HAGA?"
"Sálvame Dios mío " "REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR? "
"Por supuesto Señor "ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE..."
Hubo un momento de silencio y quietud El hombre se aferro mas a la cuerda y reflexionó...
Cuenta el equipo de rescate que al otro día encontraron colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza, con las manos a una cuerda... A DOS METROS DEL SUELO...
¿Que tan confiado estas de tu cuerda? ¿Por que no la sueltas?